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Por Adela Navarro

Antes de dejar de ser la secretaria de la Función Pública, en febrero de 2020, Eréndira Sandoval declaró a propósito de la convocatoria a la primer mega marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y el paro laboral del día siguiente, 9 de marzo, que Andrés Manuel López Obrador era “el Presidente más feminista de la historia contemporánea de México”.

Y no sólo con las vallas con las que suele sitiar el Presidente de México el Palacio Nacional cada 8 de marzo desde aquel 2020, sino con distintas y reiteradas acciones, la declaración de Eréndira Sandoval se va al suelo.

La semana pasada, la primera de mayo de 2024, el Presidente contradijo a su ex colaboradora, cuando con una desbocada furia se lanzó contra dos mujeres activistas del país. Primero contra la madre buscadora Ceci Flores el jueves 2 de mayo, y después, el viernes 3 de mayo, contra la presidenta de la organización civil Mexicanos contra la Corrupción, María Amparo Casar.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.