Por Aideé Zamorano

La gestión de riesgos es en mi vida como el limón, se lo pongo a todo. 

La metodología sobre la que diseñé una propuesta de política pública para la mitigación de desastres en redes eléctricas por riesgo de inundación aplica a cualquier esfera, a cualquier relación. 

Hoy tenía la sensación de escribir sobre Helene pero estoy cansada de hacer el mismo análisis ¿por qué construimos hoteles a las orillas del mar? ¿Por qué las personas salen a trabajar esquivando palmeras y postes en el camino? Los desastres son una construcción social resultado de una falta de gestión integral de riesgos, ausencia de gobernanza y nula comprensión del riesgo por los tomadores de decisiones y la población en general. Y hoy tuve que contener la respiración al no saber nada de mi prima en Cancún porque se quedaron sin luz.

Las últimas semanas he visto de cerca la implementación de políticas que ponen el descanso y a las personas al centro. 

Un domingo lluvioso hice una fotografía a la puerta de una cafetería (la de la sirena) cuando descubrí que no estaba abierta a las cinco de la tarde, la mujer que venía detrás de mí se detuvo para revisar qué era lo que había llamado mi atención. 

  • De donde vengo, estamos tratando de reducir la jornada laboral a cuarenta horas y en este país del “norte global” (cómo odio esos términos), lo tienen.

Me pasó lo mismo mientras los meseros hablaron de la inexistencia de la propina y se miraban incrédulos cuando mis amigos traducían mi narración del caso mexicano. Aunque parece que disfrutaron nuestra plática, igual nos sacaron del restaurante porque el servicio había terminado.

  • “Estás idealizando Europa”, decía Nath mi ex jefa, cuando le contaba mis planes.
  • “Pero eso no pasa en España” me explicó Coral Herrera.

El jueves pasado una señora delante de mí gritaba a la servidora pública, le explicaba la vulnerabilidad en la que se encontraba porque a su hija no la reciben en la escuela porque aún usa el pañal.

  • ¿Se supone que le deje seis mudas de ropa por día y me la regresen toda cagada?

Hoy en el hospital el chico al lado mío sangraba de la mano y le pregunté si necesitaba ayuda para aplicarle un torniquete. Su papá me miró incrédulo, seguro que yo traía el mismo color que mi chamarra beige y me creyó poco cuerda.

En mi propuesta de política pública para la resiliencia eléctrica la implementadora era la Cruz Roja Mexicana y hoy me sentí tan lejos de ella que tendré que hacer varias prácticas de campo y muchas más observaciones para comprobar la hipótesis de Nath, en la que tal vez y sólo tal vez, estoy idealizando.

¿Será momento de dejar el limón?

audio-thumbnail
🎧 Audiocolumna
0:00
/151.152

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.