Por Aideé Zamorano
En 2023 el 29 de octubre fue designado como el Día Internacional de los Cuidados, ¿pero qué es cuidar?
Limpiar mocos, cuidar fiebres, llevar al médico, comprar el súper, dar medicinas.
Hoy toca detenernos y reflexionar sobre un pilar invisible que sostiene el bienestar de las personas y las economías: el trabajo de cuidados. A pesar de su importancia, los cuidados siguen siendo un territorio poco explorado y una carga mayormente para las mujeres en todo el mundo. Según cifras del INEGI, las mujeres contribuyen con el 72% del valor económico del trabajo de cuidados no remunerado, una situación que limita sus oportunidades y frena su desarrollo en el ámbito laboral, el personal y hasta el académico.
Hablemos de los cuidados como un derecho: cuidar, ser cuidada y tener espacio para el autocuidado. Reconocer esto no solo es un acto de justicia; es un paso hacia una verdadera igualdad. Pero este cambio no sucederá con inteligencia artificial, se necesita la colaboración del sector privado, público y social. En 2019 diseñé el Ranking Mamá Godín, un instrumento que mide y fortalece el compromiso de los centros de trabajo en temas de corresponsabilidad de cuidados.
Lo que hemos aprendido en estos cinco años de evaluar más de 450 organizaciones y aprobar casi un millón de plazas de trabajo es claro: cuando una empresa se toma en serio el compromiso con los cuidados, el cambio es real y medible. No es casualidad que, en aquellas organizaciones que implementaron nuestras recomendaciones durante cinco años, la participación de mujeres aumentara un 26% y la de madres un 113%. Estos resultados muestran el beneficio tangible de incluir los cuidados en el ADN empresarial.
Hay una desconexión global en la forma en que los centros de trabajo abordan los cuidados. Incluso en Europa en dónde estoy trabajando para expandir el impacto a Iberoamérica, he tenido que reajustar mi agenda, rechazar proyectos y hasta pedir apoyo en la universidad para cumplir con mis responsabilidades. El problema no es ni cultural ni geográfico: es una falla estructural que afecta a todas las personas cuidadoras, sin importar dónde se encuentren. Ya me tocó ver el despido de una colega que estuvo fuera una semana porque su hija estuvo internada y como no cumplió con los objetivos de venta, la dieron de baja ¿Cómo se le ocurre no seguir trabajando mientras la niña estuvo en el hospital?
Así que pregunto, ¿hasta cuándo las empresas seguirán asumiendo que los cuidados son “problemas personales”? ¿Hasta cuándo seguiremos viendo acciones superficiales que los grandes corporativos presumen cumplir con la Agenda 2030, mientras los compromisos reales de corresponsabilidad de cuidados siguen sin implementarse? Si no abordamos el tema con la seriedad que merece, esa misma agenda se nos volverá a estrellar en la cara, (ya nos pasó con los Objetivos del Milenio) exhibiendo cuánto nos falta para avanzar hacia una verdadera igualdad de oportunidades. No hay justicia laboral, ni pago igual por trabajo de igual valor, si no repartimos los cuidados entre todos los sectores.
Este Día Internacional de los Cuidados, hago una invitación a las empresas que buscan ser parte del cambio: el Ranking Mamá Godín 2025 abre sus puertas para todas aquellas organizaciones que quieran dejar de lado las promesas y adoptar un compromiso real. Que el próximo año sean más las empresas dispuestas a transformar su cultura laboral en un verdadero modelo de corresponsabilidad de cuidados, en México y en toda Iberoamérica.
Que menos personas pierdan el trabajo por tratar de mantener a su familia con vida.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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