Por Aideé Zamorano
La Dra. Verónica Athié lo explica con claridad: si cuidáramos el aire que respiramos como cuidamos el agua que bebemos, ya habríamos frenado la transmisión de muchas enfermedades. Desde hace cuatro años, gestiono el riesgo del SARS-CoV-2, lo que significa que uso cubrebocas en todos los espacios cerrados. No es por miedo; es por conocimiento, autocuidado y amor hacia mi familia.
Este virus sigue entre nosotros, causando enfermedad grave, discapacidad y muerte. Como dice el Dr. Paco Moreno, a veces en el sector salud se niega la existencia del Long Covid porque es más fácil ignorar lo que no se comprende. Pero no por ello deja de ser real. Mi hijo de ocho años lo resume maravillosamente:
• “¿Tienes mirada microscópica? Si no, ¿cómo puedes decirme que aquí no hay virus?”
El Long Covid no es un mal menor. Es una enfermedad multisistémica que afecta el sistema nervioso, el corazón y muchos otros órganos, dejando un impacto tan grave que hay personas que ya no pueden realizar actividades básicas como levantarse de la cama o lavarse los dientes. A esto se suman la fatiga extrema, los problemas cognitivos y las complicaciones cardiovasculares. Según la comunidad médica, está asociado a más de doscientas discapacidades.
El Guadalupe-Reyes, con sus reuniones, viajes y fiestas recurrentes, aumenta nuestra exposición al virus. Pero cuidarnos no significa dejar de celebrar. Significa ser conscientes y tomar medidas para reducir los riesgos.
Cinco acciones para disfrutar sin descuidar la salud:
1. Ventila los espacios cerrados. Asegúrate de que haya flujo constante de aire, y si no es posible, organiza las reuniones al aire libre. Recuerda que el frío enfría, pero no resfría.
2. Usa cubrebocas de alta calidad. En interiores, aeropuertos, aviones, transporte público o reuniones concurridas, un buen cubrebocas puede marcar la diferencia.
3. La técnica del queso. Después de pasar tiempo en lugares cerrados, realiza lavados nasales y gárgaras para reducir la carga viral.
4. Respeta los síntomas. Si alguien está enfermo, incluso con “solo tos y mocos”, es mejor recomendarle quedarse en casa. El cuidado mutuo siempre vale la pena.
5. Practica el autocuidado. Usar cubrebocas puede generar miradas o comentarios, pero lo importante es tu bienestar y el de los demás.
Voy a sonar a los comerciales de los finales de los ochenta: En esta temporada el mejor regalo que podemos ofrecer es cuidar nuestra salud y la de quienes amamos.
Sí, el SARS-CoV-2 sigue siendo un riesgo y la información es poder.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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