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Por Aidee Zamorano

Tengo cero tolerancia a las personas que aseguran que las mujeres no crecen en el

trabajo porque les falta autoestima, me enojo cuando en una empresa me explican

que las mamás decidieron renunciar para cuidar a sus hijos y me da ansiedad cada

que alguna mujer me pide asesoría porque la despidieron por estar lactando.

El mundo del trabajo formal fue pensado por y para los hombres. Cada decisión

-desde los horarios de entrada y salida hasta quién tiene acceso a puestos de

liderazgo- es política. No estoy hablando de partidos, -porque luego se me asustan-

sino sobre la distribución de poder, los derechos laborales y la igualdad de género.

Durante los últimos cinco años, a través del Ranking Mamá Godín he analizado más

de cuatrocientas organizaciones de empleo y es abrumador ponerle números a la

realidad que nos obliga a abandonar la independencia económica disfrazada de

amor. Aún son muchas las barreras que enfrentamos las mujeres para entrar,

permanecer y crecer en la economía formal:


  • Solo 1 de cada 10 personas en las empresas es mamá.
  • El costo de perder a una madre en la plantilla laboral puede superar los tres millones de pesos.
  • Una de cada cinco empresas tiene problemas para retener a las mamás en su equipo
  • La información es poder y tras ver las tendencias de lo que sirve y lo que no en las organizaciones, les comparto un decálogo para la justicia laboral con M de mujer y

de 8M. Si eres la responsable de implementar la Agenda 2030 en tu trabajo, aquí te

van mis recomendaciones para que puedas reportar avances en al menos cuatro de

los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible.

1. Evalúa la gobernanza de los cuidados: Cada política, reglamento, proceso,

cada decisión de liderazgo, moldea la igualdad de oportunidades para todas

las personas.

2. Menos conciliación, y más corresponsabilidad: Pregunta a tu plantilla laboral

(hombres y mujeres) lo que necesitan para poder cuidar, ser cuidados y

autocuidarse.

3. Educa: Desde líderes hasta equipos operativos, para que la realidad del

punto uno empate con la del punto dos.

4. Implementa esquemas de trabajo flexible: Toma en cuenta los trayectos al

trabajo, las cargas de trabajo, los calendarios y horarios escolares.

5. Cierra las brechas salariales: ¿Ganan lo mismo hombres y mujeres sin hijos

que las mujeres con hijos que ocupan el mismo puesto? Sí o no ¿Por qué?

6. Garantiza licencias de maternidad y paternidad: Se vale ser creativa, ofrece

prestaciones superiores a la ley, la sostenibilidad de tu negocio lo

agradecerá.

7. Elimina la penalización de la maternidad: Empieza a hablar de cuidados,

cuando pongas los cuidados al centro de tu estrategia de negocio, aumentará

la rentabilidad

8. Repite el paso dos: No se puede diseñar un centro de trabajo seguro sin las

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.