Ya tenemos #VacacionesDignas ¿y ahora qué?

Por Aideé Zamorano

En pleno 2022, desde la clase trabajadora tuvimos que dar seguimiento cercano a una propuesta que salió del Senado, mis hijos no van a creerme que antes solo teníamos acceso a seis días de descanso y que algunas Cámaras empresariales estuvieron en contra de la mejora. De acuerdo con el convenio 132 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), las personas deberíamos tener acceso a tres semanas laborables de vacaciones pagadas. En México, a partir del 1 de enero de este año, veintidós millones de personas que estamos afiliadas al IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) ganamos doce días de vacaciones al cumplir un año de servicio para la misma organización.

La reforma en la Ley Federal del Trabajo es progresiva, ¿qué significa eso? Que va incrementando con el tiempo, y resulta una excelente noticia para quienes llevamos más de cinco años con la misma empleadora. Conforme se avanza en la antigüedad, ganamos dos días extra de vacaciones por cada año trabajado, hasta topar a veinte días (condición que ocurre en el aniversario cinco). Después, cada quinquenio cumplido nos da acceso a otros dos días extra de descanso, es decir si tienes entre seis y diez años en la misma compañía, (como yo) tendrás veintidós días al año.

Pero ahora, ¿qué sigue?

Vigilar el cumplimiento, exigir la aplicación correcta. Si en tu centro de trabajo te están obligando a acudir en sábado para “reponer el exceso de días que estarás fuera, o te incrementaron la jornada, o recortaron horas de comida, o están condicionando tu derecho al descanso” puedes escalarlo a las juntas de conciliación, a la PROFEDET (Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo),  o a la propia Secretaría del Trabajo.

Ni siquiera hemos cumplido un mes con este beneficio y ya se comentan las diferentes “estrategias” que algunas organizaciones están implementando para seguir violentando a las y los empleados. Hay algunas organizaciones que se aprovechan del desconocimiento de la población para seguir reproduciendo la precariedad laboral. Es importantísimo que todos los sindicatos se sumen a la comunicación y explicación de esta reforma. Nos tomó cincuenta y dos años incrementar los días de vacaciones. No podemos dar por ganado este derecho, debemos tener una participación activa y en cambio, seguir luchando por ampliar el beneficio. Se me ocurre que tendríamos que retomar el diálogo con nuestras y nuestros legisladores y vigilar que impulsen la iniciativa para la reducción de las jornadas laborales.

Nuestras y nuestros empleadores no están entendiendo el beneficio de la desconexión. La continuidad de operaciones de cualquier negocio depende de la salud de sus equipos, una carga de estrés, ansiedad y/o depresión, pone en riesgo los medios de vida de las personas. Gozar de tiempo de ocio, eleva la productividad y disminuye la rotación en las empresas.

Y no, los días de vacaciones NO son para cuidar a nuestras hijas e hijos, a las personas adultas mayores o personas con discapacidad, tenemos esa lucha pendiente, tenemos que lograr un cambio sistémico en el que además del derecho al descanso, también se promueva la corresponsabilidad de cuidados desde los centros de trabajo y se escriba en nuestras leyes marco.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

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