Por Aideé Zamorano
“En la madrugada del domingo 22 de enero sobre Avenida Revolución venía yo de una fiesta y entonces había tomado [...] quiero hacer evidente un trato demasiado violento, a mí me detuvieron y me tuvieron en una patrulla por más de cuarenta minutos, [...] les pedí varias veces ir al baño y me ignoraron, me tuve que hacer ahí en mis pantalones”
De acuerdo con testimonios de mujeres, los agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX perpetran violencia física y psicológica contra quienes caen en el programa “Conduce Sin Alcohol”. Las mujeres que compartieron su experiencia, reportan haber sido víctimas de maltrato, desde arrestos humillantes hasta golpizas por parte de la autoridad policial, sumiendo a las detenidas en el miedo y la vulnerabilidad.
Quiero dejar claro que no justifico el consumo de alcohol y manejar, pero tan grave como esta práctica es el abuso de autoridad en el alcoholímetro. Incluso personas con condiciones de salud, privadas de medicamentos, ven su vida en riesgo.
El tormento persiste en el Centro de Detenciones y Sanciones Administrativas, conocido como "El Torito". Aquí, las intimidaciones buscan disuadir a las detenidas de buscar amparo para su liberación. La fórmula entre argumentos confusos desde la autoridad y la desinformación de las arrestadas, describen el proceso como ineficaz, es así que las personas prefieren cumplir horas de arresto tras sufrir amenazas y violencia.
Por otro lado, fuera de “El Torito", los "coyotes", venden amparos mediante engaños. Estos documentos resultan ser trámites burocráticos y las personas arrestadas son abandonadas a su suerte cuando son liberadas, enfrentándose solas a la tarea de recuperar vehículos y licencias.
En este Día Internacional de la Mujer, es crucial visibilizar el abuso de autoridad al que están expuestas las personas, en especial las mujeres en el alcoholímetro. Es importante desmitificar la creencia de que sólo aquellas personas "ahogadas" en alcohol caen en la red del alcoholímetro. La realidad es que cualquier persona con aliento alcohólico puede ser llevada a “El Torito”.
En plática con Angel Sumano de Fractal Abogados, refiere que “Nuestro equipo ha puesto de manifiesto casos alarmantes en los cuales mujeres han sido víctimas de violencia durante los operativos del alcoholímetro. Es imperativo alzar la voz contra el abuso de autoridad al que están expuestas nuestras familiares y amigas en el alcoholímetro y es que cualquier persona con aliento alcohólico, proveniente de una cena, puede ser víctima de un sistema corrupto que viola los derechos humanos en total impunidad".
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
Comments ()