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Por Ana Cecilia Pérez

Si nunca has considerado revisar el historial crediticio de tu hijo, no estás solo. Muchos padres desconocen que incluso los menores pueden ser víctimas de robo de identidad, un delito que puede devastar su futuro financiero antes incluso de que comiencen a construirlo.

Imagina a Sofía, una niña de ocho años cuya madre descubre por casualidad, al intentar abrir una cuenta de ahorro para su educación, que alguien ha estado usando la identidad de Sofía. Desde préstamos hasta tarjetas de crédito, el historial de Sofía está plagado de deudas impagas y créditos fraudulentos, todo bajo su nombre. Esta situación es actualmente la realidad de muchas familias mexicanas, donde el robo de identidad infantil es un tema poco discutido pero increíblemente dañino.

Aunque en México no se dispone de estadísticas detalladas, los casos de robo de identidad infantil son una realidad alarmante. Estos delitos pueden pasar inadvertidos durante años, causando un daño irreparable al historial crediticio de los menores y presentando obstáculos significativos en su vida adulta.

¿Cuáles son las consecuencias del robo de identidad?

  1. Impacto financiero: Los menores con historiales crediticios comprometidos enfrentan dificultades para obtener préstamos estudiantiles, créditos automotrices o hipotecas en su adultez.
  2. Desafíos legales y administrativos: Limpiar un historial crediticio puede requerir años y recursos considerables, involucrando disputas con agencias de crédito y asistencia legal.
  3. Angustia emocional: El estrés asociado con el fraude y la restauración de la identidad puede afectar profundamente el bienestar emocional de las familias.

¿Cómo puedo prevenirlo?

  • Educación y conciencia: Es responsabilidad de todos, enseñar a los niños la importancia de proteger su información personal y comprender los riesgos de compartir datos en línea.
  • Verificación regular: Los padres debemos solicitar periódicamente un informe de crédito para sus hijos, lo cual es posible en México a través de instituciones como el Buró de Crédito.
  • Control de la información: Limitar la exposición de datos personales en registros escolares, médicos y en redes sociales.

Revisar el historial crediticio de tu hijo puede parecer una medida extrema, pero en la era digital, es una precaución necesaria. Proteger la identidad de los menores es proteger su futuro financiero y emocional. Como padres, debemos estar atentos y tomar las medidas necesarias para asegurar que su camino hacia la adultez no comience con el lastre del fraude y el robo de identidad.

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