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Por Ana Cecilia Pérez

Así como mantenemos nuestra casa limpia y nuestro cuerpo aseado para promover un ambiente saludable, debemos prestar atención a nuestra higiene digital. La higiene digital se refiere a las prácticas que protegen nuestra información personal y aseguran una interacción segura en el entorno digital. Al igual que la higiene personal previene enfermedades, la higiene digital protege contra los virus informáticos, el robo de identidad y otros peligros en línea. A continuación, exploraremos cómo las prácticas cotidianas de higiene se relacionan con la higiene digital.

Lavarse las manos: Lavarse las manos elimina gérmenes y previene infecciones, similar a cómo mantener nuestras aplicaciones y sistemas operativos actualizados elimina vulnerabilidades que podrían ser explotadas por malware. Asimismo, emplear contraseñas seguras y únicas es como usar jabón; sin ellas, nuestras defensas están incompletas. Cambiar estas contraseñas regularmente y usar un gestor de contraseñas recuerda al acto de renovar nuestro jabón o desinfectante - un hábito esencial para mantener la integridad de nuestra higiene personal y digital.

Limpiar regularmente: De la misma manera que desinfectamos superficies para eliminar gérmenes, limpiar regularmente nuestros dispositivos de archivos innecesarios y datos acumulados previene "infecciones" digitales. Además, revisar y ajustar los ajustes de privacidad en nuestras aplicaciones y servicios en línea es comparable a cerrar la cortina del baño para proteger nuestra privacidad. Estas acciones nos aseguran que solo compartimos lo que queremos y con quien queremos, manteniendo nuestra información personal bajo control.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.