Por  Areli Paz

Tiempo: duración de un hecho en un espacio determinado.

Poder: Capacidad de transformar con una decisión

Claudia Sheinbaum: Presidenta de México ¿y luego?

¿Cuánto tiempo tardó una mujer en tomar la presidencia de este país? 200 años. 

Con esta cifra podrán entender lo histórico que se vivió el 1 de octubre de 2024 con Claudia Sheinbaum. 

Nadie puede regatear  lo que ocurrió cuando una mujer recibió la banda presidencial. 

Pero eso de que llegamos todas y es tiempo de mujeres me resuena en la cabeza una y mil veces, sobre todo porque las estadísticas demuestran que el camino es muy largo y sinuoso. 

Ningún tiempo de mujeres cuando en 24 horas siguen siendo asesinadas 10 mujeres. 

Ningún tiempo de mujeres cuando las madres buscadoras siguen esperando una respuesta gubernamental. 

Ningún tiempo de mujeres cuando un hombre fue quien planeó la estrategia para poner a una mujer como su sucesora. 

Ningún tiempo de mujeres cuando se le habla sólo a las afines. 

La frase es bonita, romántica e inspiradora, pero no es real… aún.

¿De qué es tiempo entonces? De sumar, de multiplicar y no permitir que el avance de las mujeres se detenga. 

Es tiempo de cumplirnos, de respetar a las de junto, de hacer que triunfen para triunfar nosotras, es tiempo de escuchar, de poner a las más débiles cerca. Es tiempo de hablar, de exigir y de salir cada día con la consigna de que una mujer sea exitosa cada día. 

La presidenta se llena la boca al decir que es tiempo de mujeres, se agradece, pero  no tiene tiempo que perder, mucho menos en discursos baratos que de esos estamos cansadas con hombres que mintieron y que no crearon condiciones reales para tener seguridad y oportunidades equitativas. 

Si de verdad es tiempo de my si de verdad es que llegamos todas Sheinbaum tendrá que ir más rápido, tendremos que verla sentada la siguiente semana con las madres buscadoras, tenemos que verla cerca de las damnificadas que perdieron sus negocios o casas en las inundaciones, la tenemos que ver hablando con periodistas que no piensan como ella o su movimiento. 

La tenemos que ver hablando con hombres que la cuestionan, la queremos oír en plazas públicas que no sean el zócalo con los suyos. 

La queremos hablando con la oposición, hablando con las trabajadoras del Poder Judicial, la queremos sentada con Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte. 

La queremos apasionada por hacer de este país mejor, no desde el cartón de un atril cuidada en un Palacio del que todos estamos lejanos. 

La queremos dando órdenes para que se haga ciencia, tecnología e innovación. 

La queremos en foros internacionales defendiendo lo que somos, hacemos y decimos. La queremos haciendo alianzas estratégicas, pensando en grande y no creyendo que el perdón  solicitado a España es una limitante. 

Me encantaría que un día se sentara con las mujeres de Opinion 51, hay de todos los colores, sabores, texturas y emociones. Y pongo ese ejemplo porque justo ahí hemos aprendido a ser cuidadosas, respetuosas y aliadas, aunque no pensemos igual. En ese micromundo, “del mundo”,  las mujeres hemos aprendido a multiplicar y eso es lo que queremos que haga Claudia. 

Es tiempo de crear condiciones para que más mujeres tomen el poder, pero no por cuota o por moda, sino por capacidad y estrategia de desarrollo. 

Después de 72 horas ya sabemos que Claudia Sheinbaum no puede separarse de las malas decisiones de López Obrador y sus lastres. Pero también sabemos que si quiere y tiene voluntad puede escribir una mejor historia para este país, porque no llegamos todas, pero si estamos dispuestas a reconstruir desde donde se pueda. 

El único partido que hoy debería tener Claudia es el de México, no el de Morena. 

Ya dio su primer guiño con cambios constitucionales para mejorar la vida de las mujeres, el reto no es decirlo, es hacerlo. ¿Podrá?

Sólo así podremos decir que si fue tiempo de mujeres… 

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@AreliPaz

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