Por Areli Paz Trejo
Llegó el momento de cerrar el año, de festejos, de brindis, de regalos, de excesos, desvelos, fiesta, amigos… llegó diciembre y para los mexicanos se vuelve la oportunidad de redención, cuidado, abrazo, beso y buenos deseos que dejamos pasar todo el año.
Creer que el fin de año es la salvación de nuestra vida es francamente un pensamiento mágico.
Pero ahí vamos, muchos de nosotros disfrutando cada día de diciembre con todos los excesos.
Yo no te voy decir que hagas con tu dinero, aguinaldo o vida, cada quien decide y es responsable. Justo ahí está la libertad de disfrutar y de asumir consecuencias de los excesos, del que decidas.
Pero, sí hay reglas de convivencia que te aligerarán la vida personal y profesional en un mes que tiene carga social adquirida u obligada.
Cuida a los niños y las niñas. En un video que compartió Saskia Niño de Rivera se advierte que la celebración decembrina, la reunión familiar y el exceso de alcohol provocan descuidos que terminan en abusos sexuales para los menores. Entonces, una regla clara es cuidar a los y las niñas. No se trata de desconfiar del mundo, pero sí de poner atención a todo eso que para ellos o ellas es incómodo en estas fechas.
En diciembre, la gente se endeuda un 60 por ciento más de lo registrado en otros meses. Regala sólo a los que valgan la pena y los detalles que sean memorables.
No regales reciclado, es una falta de educación tratar de engañar a alguien usando un obsequio que no quisiste haciéndolo pasar como uno pensado en ella o él, busca opciones, no es el dinero, es el detalle.
No discutas, la gente aprovecha los espacios de fiesta y celebración para recordar que tiene cuentas pendientes contigo, no los dejes. Abraza y celebra.
No bebas en exceso en la fiesta del trabajo, eso se vuelve estigma, apodos y seguramente te acompañará en lo que resta del siguiente año… ese que todavía ni empieza.
Uno sólo toma alcohol con los amigos, con los que hay confianza y con quienes puedes relajarte, los demás son compañeros de trabajo. No te confundas.
Si entras al intercambio y el que te tocó o la que tocó no te cae del todo bien, cumple, eso también es parte del trato laboral.
Haz listas, con quiénes sí quieres reunirte, a quiénes les regalarás algo, haz compras con tiempo.
Escribe mensajes, con la gente que quieres ver y no puedes por tiempo o distancia escribe de puño y letra, aunque después tomes una foto y lo envíes. Nada tan valorado hoy como un mensaje que no sea producto de un meme o bot.
No reenvíes cadenas de felicitación, uno se da cuenta.
Si alguien no quiere celebrar, respeta, no todos tienen las mismas creencias o gustos.
Evita temas espinosos, no es momento del debate político o social.
Con la familia no es buen momento de cobrar cuentas pendientes, está comprobado que la temporada seas fan o no te pone sensible, así que procura llevar la fiesta en paz.
Con tus compañeros de trabajo tampoco es buen momento de cobrar cuotas pendientes, es fiesta, celebra y listo. Nadie juega “en acto de honestidad” puede ser letal para tu condición laboral.
No critiques excentricidades de nadie, cada quien celebra como puede y quiere.
Lee, descansa, juega, aprovecha a tu familia y amigos en momentos que la gente suele ser más empática. Si no quieres está bien, quédate solo y también establece reglas para convivir con tus buenos y malos pensamientos.
Aunque digas que no son fechas que suelen ponernos más sensibles, no soy yo, es la ciencia que te recuerda que la vida, como el año también se está acabando.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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