Por Arlen Solodkin
¿Alguna vez has notado cómo tu perspectiva sobre la vida influye en tus sentimientos y acciones? Esta idea está en la base de lo que los psicólogos denominan “creencias básicas del mundo.” Estas creencias fundamentales moldean cómo nos percibimos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea. Entender estas creencias puede aportar valiosas ideas para mejorar nuestro bienestar mental y nuestra felicidad en general.
Las creencias básicas del mundo dan forma a cómo interpretamos nuestras experiencias. A menudo se desarrollan desde una edad temprana y pueden ser increíblemente poderosas. Por ejemplo, si crees que el mundo es un lugar amigable, es más probable que tomes riesgos y explores nuevas oportunidades. Por el contrario, si ves el mundo como peligroso, podrías evitar los desafíos y quedarte en tu zona de confort. En el núcleo de las creencias básicas del mundo hay una pregunta simple: ¿Crees que el mundo es bueno o malo? Esta creencia principal afecta todo, desde tu estado de ánimo hasta tus relaciones.
Creer que el mundo es bueno te permite ver la vida llena de oportunidades, belleza y significado, fomentando el optimismo, la creatividad y la resiliencia. Por otro lado, si crees que el mundo es malo, podrías sentirte abrumado, ansioso o pesimista, enfocándote en los aspectos negativos de la vida. Tus creencias básicas pueden dictar cómo te sientes frente a las situaciones cotidianas. Las creencias positivas tienden a llevar a emociones más felices, mientras que las negativas pueden fomentar sentimientos de tristeza o ansiedad.
Si crees que el mundo es generalmente bueno, es más probable que te conectes con los demás, pruebes cosas nuevas y persigas tus objetivos. Si tu creencia es que el mundo es inseguro, podrías evitar nuevas experiencias y perder oportunidades. Además, las personas con creencias básicas positivas a menudo exhiben fortalezas como la gratitud y la curiosidad, cualidades que pueden mejorar significativamente tu bienestar integral.
Además de creer que el mundo es bueno o malo, es importante explorar si vemos al mundo como atractivo e interesante, pues esto significa que lo percibimos como hermoso, fascinante, significativo, lleno de oportunidades y digno de ser explorado, lo que nos permite cultivar la curiosidad, lo que no sucede si lo vemos aburrido y monótono.
Hay muchas otras creencias básicas y cada una de ellas tiene implicaciones que impactan cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los otros y con el mundo que nos rodea.
Imagina que cuidarías de tu salud, de tu colonia o comunidad, y del mundo dependiendo de si crees que el mundo es:
• Placentero vs. miserable
• Regenerativo vs. degenerativo
• En progreso vs. en declive
• Inofensivo vs. amenazante
• Cooperativo vs. competitivo
Nuestras intenciones, deseos y esperanzas impactan nuestra interacción con el mundo. Piensa cuál sería tu rol en el mundo dependiendo de si crees que éste te necesita o no, que es justo o injusto, que es intencional o no conlleva una intencionalidad.
Seguramente tu actitud sería muy distinta.
La buena noticia es que las creencias básicas pueden cambiar. Las experiencias de vida, la terapia y la autorreflexión pueden ayudarte a reconfigurar tu perspectiva. Por ejemplo, si has experimentado un trauma que te ha llevado a ver el mundo como un lugar hostil, buscar apoyo y participar en prácticas de sanación puede ayudarte a restaurar una perspectiva más equilibrada. Es importante encontrar un equilibrio en tus creencias; las visiones excesivamente optimistas pueden ser poco realistas, mientras que el pesimismo constante puede ser perjudicial. Apunta a una perspectiva realista pero esperanzadora, reconociendo tanto lo bueno como lo malo en la vida, lo que puede conducir a un mayor bienestar mental.
Este 23 y 24 de noviembre, en el encuentro internacional Hope Circuit, Jeremy Clifton, uno de los principales académicos en este campo, hablará sobre cómo nuestras creencias básicas afectan nuestro compromiso y proactividad para convertirnos en participantes activos de nuestra realidad. Esta es una oportunidad fantástica para explorar cómo cambiar tus creencias puede llevarte a una vida más plena y cómo puede ayudarnos a construir un mundo mejor.
Entender las creencias básicas del mundo puede empoderarte para tomar el control de tu salud mental. Al reflexionar sobre tus creencias fundamentales y su impacto en tu vida, puedes cultivar una existencia más positiva y satisfactoria. Ya sea a través de la terapia, la atención plena o simplemente siendo más consciente de tus pensamientos, cambiar tus creencias puede abrir nuevas posibilidades para la felicidad y el bienestar. Así que, tómate un momento para preguntarte: ¿Qué creo realmente sobre el mundo? ¡Tu respuesta podría cambiar tu vida!
*Fundadora y directora del Instituto de Bienestar Integral y el encuentro Hope Circuit
SOBRE HOPE CIRCUIT
Hope Circuit es el encuentro internacional que reúne a los líderes más reconocidos en los campos del bienestar integral, la felicidad y el progreso humano; que se llevará a cabo los días 23 y 24 de noviembre en el Hotel Westin de Santa Fe, como la primera de otras acciones que buscan crear un futuro más positivo para México. En las próximas publicaciones compartiremos herramientas prácticas y los hallazgos de líderes mundiales que estarán en Hope Circuit, como el Dr. Martin Seligman, considerado uno de los psicólogos más influyentes de nuestros tiempos; el Dr. Tal Ben-Shahar, profesor del curso más popular en la Universidad de Harvard, o Andrew Schwartz, director del World Wellbeing Project, con el fin de desafiar el estatus quo y enriquecer a nuestra comunidad para que juntos podamos encontrar soluciones que nos ayuden a construir un futuro de mayor optimismo, empatía y esperanza.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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