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A muchxs nos brincaron las fotos que publicó Vogue en un artículo sobre la primera dama de Ucrania. Yo me enteré porque la cuenta de cine en Instagram @pelidelasemana compartió su opinión a sus más de 100 mil seguidores.

Cuando vi las imágenes me sentí incómoda, experimenté un palpitar intenso en el pecho, el acelere del pulso y el calor en la cara cuando algo me indigna. Me pareció una falta de respeto. Me quedaba clarísimo que el mensaje era provocar, que el tema era retomar la conversación hacia la guerra de Ucrania o la invasión de Rusia –ya no sé cuál es el término correcto hoy– y lograr que todo el mundo viera esas imágenes y leyera el artículo (corrijo: “lograr que las lectoras de Vogue vieran esas imágenes. ¿Leer el artículo? Quién sabe”).

Tal vez eso es lo que más me molestó. Una revista de moda haciendo un shooting de la primera dama –cuyo nombre de pila no me sabía hasta ayer– vestida con un abrigo azul, ligero maquillaje y en postura “masculina” desafiante. Por supuesto que la sesión tendría un pase automático al terreno de la genialidad, pues fue tomada por la reconocidísima Washi Lewovski (su nombre verdadero es Annie Leibovitz y sí, es una gran fotógrafa).

¿Qué me molestó más? ¿Que el artículo estuviera dirigido “para las lectoras de Vogue”? ¿Que pareciera que al escuchar esa frase el inconsciente colectivo da por hecho que son mujeres sosas, banales, que se quieren ver bonitas y no leen) o me molestó que en mi cerebro no coincidiera el texto con las imágenes? ¿Por qué hubiera sido tan diferente el impacto de mis emociones si hubiera visto las  “verdaderas” imágenes de la guerra en vez de esta especie de Keeping Up with Los Zelenskies? Pero, ojo, antes de que me censuren es importante aclarar dos cosas:

La primera:

Esta fue mi reacción inmediata, mi constructo social ve las cosas así. No es justificación, es aclaración. Yo, Aura López, no leo con seriedad Vogue, ni ninguna otra revista “femenina”, como se les conoce tradicionalmente. Cuando me topo con una la leo para enterarme de los chismes, saber cuál es el pantone del año o de qué color debería pintarme las uñas –cosa que casi nunca hago—. Pero estoy muy consciente de que no lo hago por mis prejuicios, mis sesgos y mi ignorancia, pues, aunque socialmente no lo creamos, si algo tiene la moda es que no es para tontas.

Desde mi poco conocimiento, la moda va de la mano con el contexto histórico, político, social y cultural. La moda es una forma de expresión: ha servido para hacer protestas y tomar posturas. Por ejemplo: la novelista Colette usaba trajes de hombre a principios del siglo XX cuando enseñar un tobillo daba mucho de que hablar en esos tiempos. Además, conozco a muchas editoras de revistas de moda sumamente listas que tienen todos los argumentos para debatir el pensamiento colectivo de que la moda es sosa y, probablemente, desarmarnos en un santiamén.

Segundo:

Mi intención nunca fue tener la razón y eso es algo que se está volviendo una rareza. Mandé un mensaje a diferentes grupos de WhatsApp para salir de mi eco chamber en redes sociales y conocer genuinamente la opinión de otras personas, escuchar sus posturas, leer sus argumentos y, una vez leído el artículo e investigado un poco más del tema, reflexionar sobre mi postura y mis argumentos.

Algunos comentarios en mis chats:

  • “ES BROMA ESE SHOOTINGGGG”.
  • “Me explotó la cabeza, como que la guerra es glamour o qué pex 🤔”.
  • “Join the Army! Es una campaña de reclutamiento, como que la guerra -y alistarse en el ejército- es cool”.
  • “Creo que llegan en un momento en el que ya nadie hablaba de una guerra ‘que pasó de moda’ y sale este artículo y nos obliga a mirarla de nuevo. Los han criticado muchísimo. [...]”
  • Aquí la posición sobre las fotos de Zelenski de una periodista a la que respeto y he seguido de cerca desde el inicio del conflicto 👆.
  • Aquí pueden escuchar otra postura (a partir del minuto 13:00)

Conclusión: si la moda es una forma de expresión, ¿por qué sigo teniendo una reacción adversa hacia el shooting de Vogue? Es una paradoja, un misterio y, por supuesto, lo menos relevante.

El tema de Ucrania se ha vuelto a poner en la mesa.

@Aura_

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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