La violencia de género ¿también es nuestra culpa?
Hay que educar y empoderar mujeres. Hay que criar hombres sororos, empáticos, dispuestos.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.