
No me digas pobrecita
No me digas pobrecita; no me tengas lástima, tampoco digas que soy una guerrera… solo soy una madre que ama a su hija y que ser fuerte fue su única opción.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.