Por Bárbara Anderson
“Siento que me estrangulan. Que aprietan mi laringe y no sale mi voz”. Celine Dion le explicaba a la periodista Hoda Kotb en una entrevista en NBC lo que significaba vivir con el síndrome de la Persona Rígida y cómo cambió su vida. Se trata de una enfermedad autoinmune neurológica que paraliza a fuerza de espasmos diferentes partes del cuerpo. Muchos pacientes pierden movilidad de manera permanente, así como su capacidad de comunicación y se presentan casos de pérdida progresiva de memoria. En su caso comenzaba en la laringe, luego sus manos, sus piernas, su tórax…
Celine Dion se mostró vulnerable, no ocultó el enorme shock que es dejar de ser quien eras, cambió sus looks de alta costura por pants y batas y sin maquillaje mostró sus ojeras, su angustia y sus ojos hundidos por el dolor.
Parada en la cintura de la Torre Eiffel enervó la piel de millones de personas que la escuchamos cantar el Himno del Amor. Pero no había engaños, no había postura, no había soberbia en su mirada. Estaba siendo la más honesta de todas las versiones de Celine que la habitan y la habitaron.