Por Bárbara Anderson
Cien mil mexicanos con discapacidad no votaron el 2 de junio.
En total, solamente 207,686 personas con discapacidad emitieron su voto en las elecciones presidenciales (en los comicios de junio de 2021 fueron 308,509).
Estadísticamente cada año hay más personas con discapacidad en el país y hubo más casillas habilitadas en estos comicios versus los de 2020/2021: 170,181 contra 162,570.
¿Qué pasó entonces?
¿Por qué cayó más de 33% el sufragio de esta minoría?
Según el reporte más fresco del INE del proceso electoral que vivimos este año, 21.4% del padrón cuenta con alguna discapacidad -muy por encima de los datos del Censo 2020 y de la actualización 2023- es decir que suman 17,860,855 hombres y mujeres con alguna condición de vida.
Según este mismo reporte, apenas 0.21% de la población mexicana con discapacidad emitió su voto: 207,686 personas.
Jugando con los números, podemos ver que solo poco más del 1% de las pcd mayores de 18 años acudieron a las urnas para elegir ni más ni menos que presidente.
En los 32 estados de la república mexicana cayó la cifra de votantes, excepto en tres: Baja California con 199 votos extras de pcd, Baja California Sur (+884) e Hidalgo (+104).
En todos los demás, la caída fue abrupta siendo Campeche el estado donde menos pcd votaron, con apenas 428 sufragios.
La Ciudad de México fue el lugar con más votos de pcd (35,369) pero aún así fueron cerca de 3 mil votantes menos en 2024 versus 2021. Muchos más votos de pcd se perdieron en el Estado de México donde 6 mil dejaron de ir a su casilla.
Las mujeres con discapacidad son las que más se comprometieron dentro de lo poco de la convocatoria: hace tres años representaban 52% de los votantes mientras que este año fueron 55%.
Si comparamos los reportes del INE de ambos procesos se puede ver un avance: hubo menos necesidad de apoyo de una persona de confianza para votar y un mayor apoyo por parte de los funcionarios de casilla y creció el uso de la mampara especial.
Podemos deducir que la infraestructura mejoró y la capacitación también, lo que faltan son votantes.
Sin duda, sigue falta promoción del voto accesible, de materiales inclusivos para las convocatorias a elecciones, de trabajo por parte de los partidos políticos para no solo hacer campañas millonarias de propaganda sino de usar fondos para promover la participación de todos.
Si hay 17.9 millones de mexicanos con discapacidad mayores de 18 años y solo votan poco más de 200 mil, se sigue perpetuando la invisibilización de una porción de la población que le cuesta muy barato a los partidos y a los gobiernos de turno.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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