Por Bárbara Anderson
“Yo lo aceptaría a su hijo, pero cuando sea un poco mayor y se dé cuenta de su discapacidad, y se deprima, yo no puedo generar ese ambiente en el aula”; “no estamos preparados para recibir a un niño con necesidades especiales, no podemos atenderlo solo a él”, “es una cuestión de falta de cupo, no vaya a creer que es por discriminación.. porque hasta alumnas negritas hemos recibido”.
“Una vez me pidieron que aceptara a una niña con síndrome de Down pero como ya sabe, ellos son chicos muy cariñosos y sin filtro, preferí que no viniera para que no se convirtiera en objeto de bullying”.