Respira
Por Begoña Sieiro
Primero, debo aclarar: a mí no me gustó la película de Barbie. Es más, la sufrí casi de principio a fin. Si no fuera por el discurso que hace América Ferrera, la “mamá latina”, respecto a las dificultades que implica ser mujer en este mundo moderno, me la pude haber ahorrado completita. Pero, por supuesto que entendí la intención del mensaje general que envía la directora Greta Gerwig y lo apoyo 100%.
Con un humor muy particular, en formato de musical y utilizando la imagen de una muñeca que desde siempre simbolizó todo lo negativo de una sociedad machista, racista y elitista, enfocada en la belleza externa y en lo material, que claramente por años promovió que lo que estaba “bien” era: ser flaca, rubia, rica, superficial y “bonita”, logró una crítica social fuerte y profunda a eso mismo que simbolizaba para muchos de nosotros. Y eso no fue tarea fácil. Los personajes, en su mayoría excelentemente construidos a partir de estereotipos tales como la Barbie psicóloga/loca pero más sabia que todas; la mujer latina, chaparrita y curvy, con problemas normales de una madre que trabaja y tiene una hija adolescente pero que idolatra a Barbie, y por supuesto Ken, quien hace un excelente papel representando primero a las minorías y luego al macho que no entiende nada y aún así es constantemente premiado. Incluso, irónicamente, en las nominaciones de la película.
Considero que hay varios conceptos del film que pueden ser rescatados como los diversos ejemplos de lo que está podrido en nuestra sociedad, e incluso creo que hace una propuesta interesante para cambiarlos o verlos desde otra perspectiva. Aunque a mí en general no me haya gustado el resultado.
Sin embargo, no sé muy bien cómo deberíamos tomar que el actor nominado a los premios más importantes del cine haya sido justamente Ryan Gosling, Ken, quién, aceptémoslo, tiene películas y actuaciones mucho mejores que esa o al menos más artísticas. A simple vista el hecho pareciera una manera de seguir recalcando a través de las entidades de poder del mundo occidental, que es el papel de los hombres el que se premia. Para mí la que merecía estar nominada era America Ferrera.
Será que yo misma me identifiqué más con su personaje, y eso que no compartimos mucho más que el ser latinas, bajitas y madres, pero creo que es ella la que logra inyectarle al film, con su discurso, el sentido feminista que hasta ese punto me pareció que se dejaba ver únicamente con tintes de ironía, sobre todo porque era siempre Ken quien “sufría” las desventajas del mundo por ser “la minoría”.
Así que entiendo el revuelo que causó el hecho de que fuera Ken y no Barbie quien estuviese nominado en los Premios Oscar de este 2024. Es imposible obviar que es un sutil guiño hacia mantener el patriarcado tal como está. Y, aunque no demerito para nada las virtudes —artísticas Y físicas, cómo no— de Ryan Gosling, es claro que la intención de la película de Greta Gerwig no era que toda la atención se depositara, una vez más, en el hombre y su papel más que en el mensaje que quiso enviar al mundo.
Aquí les dejo un link al discurso de América Ferrara que, si no han visto la película porque no han querido, no lo hagan, vean otra cosa, pero al menos disfruten este excelentemente logrado mensaje y algo que nos deberíamos decir entre mujeres SIEMPRE.
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