Por Bibiana Belsasso

Hace unos días el presidente López Obrador aseguró que se estaban ahorrando millones de pesos por el combate al robo de combustible, el llamado “huachicol”.

La realidad es que el combate al robo de combustible, que se da perforando ductos, para extraerlo y venderlo, nunca se controló, y hoy sabemos por datos del mismo Gobierno Federal, que ha aumentado.

Pemex detecta 45 tomas clandestinas todos los días con pérdidas de hasta 18 millones de pesos diarios de gasolina.

Muy rápido nos olvidamos de las cosas. Usted recordará, sobre todo si vive en la Ciudad de México, que para el 4 de enero del 2019 amanecimos con filas interminables en las gasolineras por compras de pánico porque el combustible era escaso. Todo era caos, nunca recuerdo haber vivido algo similar. Cualquiera que quisiera llenar el tanque de su automóvil podía tardar horas en la fila y la gasolina la racionaban.

La falta de abasto duró varios días. A las pocas horas, el caos ya no únicamente era en la Ciudad de México y el centro del país, estados como Nuevo León empezaron a sufrir esta escasez y se repitió la crisis.

En ese entonces las autoridades dijeron que la escasez se debía a que estaban controlando el robo de combustible.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.