Por Bibiana Belsasso

Una constante, sobre todo en estos últimos años, es que a muchos funcionarios públicos les incomoda que se hable sobre las deficiencias de su trabajo, actos de corrupción y negligencias, y han encontrado en demandar a los periodistas de forma judicial una manera para intimidar y silenciar lo que no quieren que salga a la luz.

Hoy han encontrado en las demandas judiciales un mecanismo de censura.

Pero además un funcionario puede demandar a un periodista por cada trabajo que haga. ¡imagínense nada más la cantidad de demandas que cada periodista tendría que atender si se da el caso?

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.