Por Bibiana Belsasso
Se están cumpliendo 24 años del asesinato de Paco Stanley, uno de los primeros crímenes perpetuados por el narcotráfico en la Ciudad de México. La investigación hecha por el entonces procurador de la Ciudad de México, Samuel del Villar, fue un desastre y no quiso indagar en la vertiente de la cercanía que tenía el famoso conductor de televisión con el narcotraficante Amado Carillo, El Señor de los Cielos.
La historia la conocemos, Samuel del Villar fabricó delitos a personas que habían trabajado de cerca con Paco Stanley y los metió en la cárcel. A través de testigos protegidos, a quienes se les otorgaron beneficios, fue la manera en que Paola Durante y Mario Bezares, compañeros en el programa de televisión de Paco, llegaron al reclusorio.
La relación entre el Gobierno Federal y la del Gobierno de la Ciudad de México era tensa. Por primera vez ganaba la oposición con Cuauhtémoc Cárdenas al frente de la Ciudad. El caso se llevó en la Procuraduría de la Ciudad de México y nunca se investigó como crimen organizado, lo cual hubiera sido competencia de una investigación federal.