Por Brenda Estefan
El asesinato de Ismael Haniyeh, jefe político de Hamas, en pleno corazón de Teherán tras su participación en la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní, ha sacudido a Medio Oriente. Aunque Israel no ha reivindicado el ataque, todo indica que es el responsable, mostrando que no hay líneas rojas en la guerra que el Estado hebreo libra contra Hamas.
El asesinato hizo evidente la vulnerabilidad de la República Islámica, Haniyeh se había reunido con el Líder Supremo iraní, Alí Khamenei, pocas horas antes; una foto publicada en X lo atestigua.
¿Qué consecuencias podría tener este evento? Una cosa es segura: el asesinato de Haniyeh también dejó sin vida a las negociaciones para un cese al fuego en Gaza.
A pesar de la fuerte presión en las semanas recientes de Washington sobre Israel para que concrete un acuerdo con Hamas, está claro que no es prioritario para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llegar a una negociación que permita el regreso a casa de sus connacionales, pues de ser así no hubiese aniquilado a Haniyeh, quien era el principal negociador, desde Doha, a nombre de Hamas.