Por Brenda Estefan

En un avance significativo que marca un hito en el conflicto entre Ucrania y Rusia, a partir del 6 de agosto el ejército ucraniano ha logrado una incursión exitosa en la región de Kursk, al oeste de Rusia. Según informes de Kiev, esta operación ha permitido a las fuerzas ucranianas tomar el control de más de 1,250 km² y 92 localidades, además de capturar a centenares de soldados rusos. A causa de ello, más de 120,000 civiles rusos han sido evacuados de la región vía tren para refugiarse en Moscú. 

La inteligencia militar de Rusia no logró anticipar el ataque y las fuerzas ucranianas atravesaron dos líneas de defensa rusas con sorprendente facilidad, dejando en evidencia que la frontera entre ambos países es más vulnerable de lo que se pensaba. Ucrania ha logrado avanzar más kilómetros en territorio ruso en solo quince días que Rusia en los últimos nueve meses de combates en Ucrania.

Con el objetivo de consolidar sus avances, las tropas ucranianas han destruido tres puentes, una medida calculada para interrumpir las rutas de comunicación y dificultar cualquier respuesta del ejército ruso.

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