Por Claudia Pérez Atamoros

–Y a mí, ¿qué?

–Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar…

–Con peras y manzanas, ¡por favor!

–No le pidas peras al olmo, mucho menos manzanas a la bruja de Blancanieves…

“Con que a mí no me falté el pan en la mesa, <que le aunque> que esté duro y roído por otros”.

Y es que sí, basta darse una vuelta por Chalco, inundado de caca, para comprender que, a esa fracción de nuestro pueblo, nada o poco le importa que desaparezca el INAI.

¿Qué o por qué le va a importar al vendedor de rebanadas de quiote, que vienen de la sierra de Hidalgo a buscar cómo sostener a su familia, que el INAI no exista si él tiene hambre y la rebanada de a diez se la mata por un instante?

¿O a las sexoservidoras de la Merced si su padrote las golpea por no juntar la cuota?

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.