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Por  Claudia Pérez Atamoros
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Me gusta pensar que sí es el  tiempo de las  mujeres, pero esa díscola voz que me susurra al oído y que no desaparece ¡está más impertinente que nunca!; me repite que lo es por todas aquellas que no se achicaron en el pasado y se adelantaron a su época, por aquellas que no permitieron ser sobajadas y que se crecieron ante el desdén y las vilezas; y que hicieron oídos sordos a “ahuecar el ala” ante la mirada de los meros meros de las redacciones, que no se amilanaron ante las burlas de “sus colegas”.

Como aquella caricatura que se realizó en un programa matutino de 1969 en donde se aludió a que “las periodistas mexicanas saben manejar muy bien el lápiz, pero no la pluma” … se refería al lápiz labial.

U otra publicación, de la misma época, en donde otro “colega” se confesó “sorprendido de ver a un numeroso grupo de reporteras, cuando se sabía que muy pocas lo merecían, eran medio profesional (sic), medio ama de casa, medio mujer” en alusión a un evento importantísimo para el periodismo hecho por mujeres, la Primera Reunión Mundial de Periodistas y Escritoras Femeninas (mayo de 1969, en el Distrito Federal). ¿Les suena?

Igualito que el actor que recientemente declaró que “vamos a tener una ama de casa por seis años” en claro tono peyorativo y que en sí mismo requiere un análisis profundo dado que en pleno siglo XXI se sigue pensando que ser ama de casa es un insulto. 

Mi conciencia insiste en que es tiempo de mujeres. Recordar una y otra y otra y cuantas veces sean necesarias, a todas y cada una de las mujeres que abrieron brecha, que subieron escalones, que se descalabraron pero que no cejaron ni cedieron. 

Hacer periodismo también es esto: visibilizar a quienes nos permitieron llegar y ganar terreno, en todas las áreas. Y en el periodismo particularmente porque mucha de la historia la escribieron ellas, las pioneras, las obreras de la tecla, las que tuvieron que ingeniárselas una y mil veces para ganar la nota, para obtener la primicia, para recorrer el país y retratar lo que verdaderamente estaba aconteciendo y no permitieron que se callaran sus voces ni aniquilaran sus textos, aunque les negaran la firma, por la cual también pelearon y finalmente hoy tenemos.

Así que tras la huella de ellas voy.  Están ahí, esperando que se cuente su historia, la historia de cómo reportearon sus épocas porque el periodismo siempre tuvo mirada de mujer solo que nos lo ocultaron muy bien.

Hace 52 años se realizó en México la Primera -y con el tiempo, única- Exposición de Periodismo Femenino Mexicano.  Y hoy la rescatamos del olvido. 

Se llevó a cabo del 4 al 19 de abril de 1972 y fue inaugurada por el entonces secretario de Educación Pública, licenciado Víctor Bravo Ahúja en el museo José Clemente Orozco entonces ubicado en la calle de Hamburgo 113. Y una vez concluida la muestra en tal sitio, el diario Novedades y The News la pidieron para que permaneciera por más de un mes en sus instalaciones. La reinauguración corrió a cargo de los señores Rómulo O´Farril Sr. y Rómulo O’Farril Jr.

La exposición fue organizada por Periodistas Profesionales, A.C., sociedad de reporteras que perseguía como fin último dar a conocer el trabajo de las periodistas mexicanas, reconocer el trabajo de sus antecesoras, rendirles homenaje y abrir horizontes, y más espacios, para que las nuevas generaciones pudieran entrar a los medios y dejar escuchar su voz y plasmar su firma.

Periodistas Profesionales estaba integrada, entre otras, por Helinida Sibaja como presidenta, Lilia Báez en la vicepresidencia, Noemí Atamoros como prosecretaria y coordinadora general de dicha exposición, Diana Gabilondo -la hija de Cri Crí- como vocal… como fundadoras aparecían Rosario Vázquez Mota, Ana Cecilia Treviño “Bambi”. Contaban con filiales en la república mexicana y en el extranjero.

Para poder mostrar su trabajo de manera espléndida, ellas, las periodistas, se aliaron con el grupo “Ultra Collage” integrado por seis artistas: Susana Carlson, Guillermina Díaz Barriga, Amalia Franco, Kareen Hirschfeld y Eva Laura Moraga quienes realizaron enormes collages que hicieron lucir las publicaciones de las participantes -más de 40- y fotografías de sus entrevistas y reportajes. 

En la muestra periodística se incluyeron nombres como el de Rosa María Campos, Sara Moirón, Rita Ganen, María Luisa “La China” Mendoza, Adelina Zendejas, Elena Poniatowska, Rosario Sansores, Concha de Villarreal, Elvira Vargas, Magdalena Mondragón, Ana Salado, Marcelina Galindo Arce, Rosario Castellanos, Indiana Nájera, Helia D´Acosta, Carmen Lira, Virginia LLarena. 

Durante la inauguración original de esta Primera Exposición de Periodismo Femenino Mexicano, se otorgó la medalla “Manuel Becerra Acosta” a Rosario Sansores y el Dije a Trayectoria a Rosario Vázquez Mota, entre otras e incluso otros, porque a diferencia de ellos, ellas no les negaron el reconocimiento y su inclusión. 

El secretario Bravo Ahúja al inaugurar el evento dijo: “La labor periodística de las mujeres cobra cada día mayor relevancia… El mundo tiende a convertirse en una aldea global… ustedes ayudan a que los más disímbolos sectores de la población definan su criterio para aceptar o rechazar racionalmente las acciones o decisiones de quienes gobiernan…”. 

Desgraciadamente, y como ha sido una constante en la historia de las asociaciones de periodistas -y todas en general- (femeninas y masculinas) los egos, los malos entendidos y las ambiciones personales y profesionales de quienes participaron en ellas, fracturaron su esencia y terminaron por aniquilarlas.

Sin embargo, todas ellas, a veces organizadas, otras por separado, pusieron los cimientos de lo que hoy es el tiempo de las mujeres. Cada una en lo individual tiene una historia que contar o muchas… 

En su columna “La O por lo Redondo”, la China Mendoza escribió respecto de sus compañeras -siempre empática, simpática, solidaria- “aquí estamos, desde hace mucho, desde la primera mujer que se lanzó a escribir en mí país… allí en una exposición diferente, insólita y muy importante por el paso de presencia vital que significa, el reconocimiento de las mujeres que dan vida a los periódicos…”

Hay que estar dispuestas a conocerlas. Muchas vidas por contar para no olvidar que venimos de ellas y otras vendrán, ¡que lleguen con memoria! y a Opinión 51, sin miedo a las palabras.

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@perezata

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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