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Por Claudia Pérez Atamoros

Sí, a la flor de cempasúchil también le inventan fake news.

¡No compres flor de cempasúchil en macetas, son chinas, son falsas!

 

Ahora resulta que esta flor de temporada, tradicional para las festividades del Día de Muertos, tan vital para que las almas de los fallecidos encuentren el camino de regreso a la vida, “los chinos nos la clonaron”, ¡háganme el bendito favor!

 

¿Se imaginan a esta flor sobreviviendo a una exportación desde China? La planta no, la semilla sí. Y es que nuestra flor de cempasúchil no tiene denominación de origen. ¿Para qué la tendría? En México su riqueza y tradición radica en el Día de Muertos, no más.  Y de eso a que el cempasúchil en maceta venga desde China, si está en chino, ¡la verdad!

 

Y mientras son peras o son manzanas y la gente se informa, le dan un buen trancazo a los productores nacionales porque les dejan de comprar la flor en maceta a la que  le invirtieron “tiempo, dinero y esfuerzo”. La semilla si es modificada pero puede venir de China o de cualquier otro país. 

 

En México se cultivan 35 variedades del total de 58 existentes en el continente americano. Sin embargo, desde la conquista, las semillas del cempasúchil se esparcieron por el mundo encontrando en su color, otros usos,  que el de solo  guías de la muerte a la vida.  Esta flor nativa fue trasladada y adaptada en diferentes países dándole características ornamentales que la diferencian de la original. 

Nuestro Cempasúchil es aromático y de tallo largo, el que se produce en maceta es más pequeño y sin ese olor tan penetrante como característico. Es la industrialización. Su cultivo es más rápido y eficaz y produce mayores ganancias para quien lo cultiva en estas fechas allá en Xochimilco y Tláhuac. El nativo sigue existiendo pero su venta no es masiva.

 

Los chinos ciertamente producen cerca del 70 % del cempasúchil que se utiliza en el orbe, en dos de las industrias más poderosas: en la textil como tintura y en la alimenticia, como pigmento para los productos que consumimos, la yema del huevo, por ejemplo.

 

Apoyemos la producción del cempasúchil en maceta, no le demos en la torre a los agricultores que esperan con ansia esta época del año para obtener ganancias. Si quieres cempasúchil puro y tradicional, acércate a un mercado local o date una vuelta por algún pueblo cercano a las grandes ciudades; sigue existiendo y seguirá habiendo para quien lo prefiera en ramo y no en maceta. Ya ven que en gustos se rompen géneros.

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