Respira
Por Claudia Pérez Atamoros
El pasado 12 de noviembre, Helen Krauze abrió sus alas a la inmortalidad.
Un buen día para morir.
El día que nació la Décima Musa, mujer de letras y amante de la vida, como ella.
El Día del Libro, dedicado a la palabra escrita que ella ejercitó y heredó.
Helen Krauze perteneció a esa generación de mujeres periodistas que abrieron brecha para que las secciones de sociales hicieran a un lado la frivolidad y en sus páginas dieran cabida al periodismo turístico y cultural. A esas mujeres profesionales que se impusieron al desdén de los intelectuales de la época que las consideraban sosas y frívolas, sin talento ni futuro.
1959 fue el año de su debut como periodista en el periódico Novedades. Ahí, Daniel Dueñas, el director y Fernando Gaytán, el responsable de la sección de sociales, le dieron la oportunidad de poner en práctica su talento. Realizó crónica de sociales y publicó en distintos momentos dos columnas: Espejo y Quién en esta semana, o La semana con Helen Krauze.
Ahí, en ese mismo lugar, realizó sus pininos como entrevistadora que la llevaron a conversar con más de mil personalidades del mundo artístico, intelectual y social y a seleccionar aquellas que resultaron las más sonoras para incluirlas en el libro Pláticas en el tiempo (2011).
Así, pudimos conocer otras facetas de personajes tan disímbolos como Carlos Monsiváis, Emilio “El Indio” Fernández, de la artista de la fotografía Nadine Markova, de la inmortal Chabuca Granda, de Lupe Rivera Marín o de la excéntrica Duquesa de Alba. Entrevistó al ex presidente Portes Gil, a Julio Iglesias y a muchísimos embajadores mexicanos en el mundo.
En torno al quehacer de su madre en el periodismo, el escritor Enrique Krauze escribió en Letras Libres, unos años atrás, un emotivo reconocimiento: “Podía haber sido actriz de cine o televisión, donde le ofrecieron papeles. O una buena y tradicional ‘madre judía’…
…Podría haber sido una esposa frívola y derrochadora…
…Pero, hace más de cincuenta años, mi madre eligió algo distinto, un periodismo de sociales digno y meritorio, sobre todo en aquellas épocas en las que el único escenario reservado a la mujer de clase media era el hogar”.
A lo largo de su trayectoria escribió para otros medios como The News y las revistas, Kena, Actual, Claudia y Siempre. En 1989 comenzó a escribir en El Heraldo de México que en 2005 se transformó en Diario Monitor. A partir de 2009 empezó a publicar sus artículos en el Sol de México , la revista Protocolo de Wendy Coss y en Contenido.
Además de entrevistas y de algunos artículos de interés general, Helen Krauze también se dedicó al periodismo de viajes, hoy reconocido como periodismo turístico. En 1997 publicó Viajera que vas, una compilación de los viajes que más le impresionaron y entre los que destacan Panamá, Chile y Argentina, la India, Hong Kong, España, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Francia, Rusia e Israel, su tierra prometida.
La avidez por conocer y participar en distintos escenarios llevaron a la inquietísima Helen Krauze a diseñar y coordinar vestuario para algunas películas en las que vistió a Daniela Romo, Juan Ferrara, María Sorté, Helena Rojo y Julissa, entre otros. Llevó las relaciones públicas de la revista Vuelta. Participó, en 1975, como conductora junto a Manola Saavedra, Sara Lovera, Martha de la Lama, Socorro Díaz, Lupe Marín, La China Mendoza… y muchas más, en un programa en Canal 13 llamado A Media Tarde, el primero en su tipo en no darle a la mujer consejos de cómo hacer gelatinas o depilarse sino con contenido sustancioso en el que se trataban todos los temas desde la mirada culta de la mujer.
En 1967, Helen Krauze recibió el Premio de los Voceadores de México y se incorporó al grupo Veinte Mujeres y un Hombre, ese conjunto de mujeres periodistas que, salidas de las redacciones de sociales, espectáculos y policiacas dieron cátedra de entrevista a políticos, empresarios, artistas, e intelectuales en México y el mundo; en 1975 fue vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Prensa Turística y ese mismo año presidió el Capítulo México de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras; recibió de manos de Magdalena Mondragón, la medalla conmemorativa por sus 30 años de periodista en 1989; En 2009 el Club Primera Plana reconoció sus 50 años de trabajo ininterrumpido en el ejercicio profesional del periodismo y la Ampretur le otorgó la distinción Raíces por 50 años de promover a través de sus escritos el turismo.
La inactividad no fue, para nada, una característica de la mujer y profesional que fue Helen Krauze. Siempre estaba buscando aquí y allá, qué hacer, cómo aportar… Perteneció a la Asociación de Damas Israelitas. También a la de Publicistas. Presidió en su juventud el Consejo Mexicano de Mujeres Israelitas, y en algún momento también fue miembro del comité de Tribuna israelita.
Toda su carrera periodística la basó en su propia definición de entrevista. “Meter cordón para sacar listón” y la aderezó con aquel consejo de su primer jefe en Novedades: "De los tapetes persas no se pueden describir todas las grecas, solo hay que mostrar las más llamativas”. Y así lo hizo ella . Mostró siempre el listón más reluciente, más aleccionador, más vivo como ella que tanto amó la vida, como bien lo expresó su nieto León Krauze en X:
“Ayer murió mi abuela, Helen Krauze.
Estuvo cerca de alcanzar el siglo de vida .
Y no me sorprende, porque le gustaba vivir…
…¿La mayor lección? Su entusiasmo por vivir.
…Lo digo por su actitud ante la vida: tenía una curiosidad universal. Hacía amigos en todas partes y con facilidad. Escribía, describía, entendía. “Si hay una oportunidad, tómala”, me dijo hace muchos años. Era mucho más que un consejo profesional. Era una invitación a vivir con arrojo, con dar un paso aunque las consecuencias del paso no siempre sean ideales”.
Sin memoria y agradecimiento no hay presente. Ojalá todas las mujeres de hoy, tuviésemos la oportunidad de conocer la historia de todas y cada una de ustedes, las que nos antecedieron y se la creyeron.
Hasta entonces Helen Krauze.
Hasta siempre.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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