Por Claudia Pérez Atamoros
Si eres mujer cisgénero o transgénero igual vas a sentir que te respiran en la nuca todos los días de tu vida; si eres mujer, la palabra es propicia para insultarte, el puño para golpearte y el machismo para matarte. En los primeros nueve meses del año se han registrado 2,026 víctimas de homicidio doloso en el país y 695 feminicidios.
En México, hasta septiembre de este año, más de 55 mujeres trans han sido víctimas de transfeminicidios, siendo la Ciudad de México en donde más se han cometido. El territorio nacional está considerado a nivel mundial como la segunda nación en donde más trans feminicidios se cometen en el mundo.
Todas conocemos bien, muy bien, lo que es el miedo, el maltrato, la discriminación, la violencia en todo su esplendor: sexual, laboral, familiar, verbal y disfrazada… ejercida contra nosotras mismas o en nuestro entorno, en nuestro vecindario, en nuestro país. El enemigo está en casa. Llámese hogar o nación.
La Red Nacional de Refugios informó que en lo que va de este año, 24.000 mujeres y sus hijos o hijas se han visto obligadas a huir de la violencia machista y vivir en refugios.
En este México nuestro en el que se siembran cadáveres como si los frutos fuesen a ser bonanza, la vida de la mujer ¡vale pa´tres carajos!, nuestras vidas no valen nada; es más, ¡valen madres!
En lo que va de 2024, se han registrado 10,058 casos de personas desaparecidas, de las cuales el 30.7% corresponde a mujeres: en poco más de tres mil casas hay una silla de mujer vacía. En cuanto a la violencia sexual contra la mujer, en 2023 se reportó una tasa de incidencia de 4 290 delitos por cada 100 mil.
Y no, no nos lo inventamos nosotras, el lenguaje, los diccionarios, los refranes, la gramática y los dichos desde tiempo ha, son machistas, homófobos, denigrantes, ponzoñosos y arteros contra las mujeres: “a esa de rojo yo me la cojo”, “esa de verde el chile me muerde”, “la de rosa sí lo goza” …
Se burlan, reniegan, incluso mujeres y mujeres feministas trans-excluyentes, de la feminización del habla, de la escritura. Aducen los conocedores que la “o” es en general, genérica pues, y que una mujer trans no es mujer, y así bla bla blá: inmortalizan y respaldan la violencia contra la mujer que aquí sí que es genérica y tachan de absurdo el lenguaje inclusivo e incluyente.
El lenguaje es un puñal y mata.
Puta, perra, zorra, golfa, gata, sirvienta…
#PutonasDelBienestar, #Presirvienta…
¿Cuántas veces lo has leído en X, o escuchado?
Todos los días deberían ser días contra la violencia a la mujer. Todos los días mueren mujeres víctimas de feminicidios: en la CDMX, cinco alcaldías ostentan el macabro sitio con mayor número de ellos: Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Tlalpan y Álvaro Obregón, en ese mismísimo orden.
En el país, los estados más feminicidas, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), a septiembre de este año, son: el Estado de México con 52 presuntos feminicidios; le siguió Nuevo León con 50; Morelos con 41, Puebla 39, en Chihuahua 38 y en Baja California, 26.
Morelos encabeza la lista de feminicidios por cada 100 mil mujeres, con una tasa de 3.98%; le siguió Chihuahua con 1.90%; Baja California Sur con 1.61% y Nuevo León con 1.49%.
Pero, no le aunque, ya tenemos presidentA.
“Y llegamos todas”.
Lo que es no saber contar.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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