Por Claudia Pérez Atamoros
EN MÉXICO EL 20% DE LA ACTIVIDAD POLÍTICA DE LOS JÓVENES
EN REDES CORRESPONDE A DISCURSOS DE ODIO…
Con motivo de la conmemoración a nivel mundial del Día Internacional para la Prevención del Extremismo Violento cuando Conduzca al Terrorismo (12 de febrero), vale la pena traer al presente algunos datos que son indicativos del por qué es importante concientizarnos sobre el extremismo, la violencia y el terrorismo que son el Caín, la Hidra y el Naruka de nuestro tiempo.
Sin duda alguna, “el extremismo violento es una afrenta directa a los propósitos y principios de las Naciones Unidas. Socava la paz y la seguridad internacionales, los derechos humanos y el desarrollo sostenible. Ningún país ni región es inmune a sus efectos”.
¡Ninguno! y menos hoy en día que la globalización y las redes sociales permiten y promueven el radicalismo. Lo estamos viendo en la zona de Gaza y desde la presidencia de los Estados Unidos de América. La amenaza clara y directa del hombre que sueña con los años 70. O las predicciones y encuestas para las elecciones alemanas.
Y no, no confundo la gimnasia con la magnesia porque la ultraderecha es un extremismo, violento y terrorista ante quien el mundo no puede navegar ondeando una banderita de la paz. Y de acuerdo, ante el populismo, también hay que alzar la voz. Uno tiene el deber humano de condenar y señalar cualquier extremismo.
La ultraderecha ha ganado terreno. Por increíble que parezca, la historia les suena a cuento y no a una verdad irrefutable. Pero este auge no es nuevo ni un fenómeno aislado; en Europa y otras partes del mundo, partidos de extrema derecha han incrementado su influencia, promoviendo agendas nacionalistas y, en ocasiones, xenófobas, aprovechando la erosión del tejido social, las carencias, las desigualdades… Y, desde luego, del egoísmo exacerbado de los hombres más ricos del mundo que como en el caso de Elon Musk se creen dueños del planeta y defensores de una única verdad, la suya.
Una encuesta realizada en 2023 por el Instituto Europeo de Opinión Pública (IEOP) reveló que, en países como Francia, Italia y Alemania, entre el 25% y el 35% de los jóvenes (entre 18 y 35 años) mostraron cierto grado de simpatía hacia políticas nacionalistas extremas. Ya se les olvidó el muro de Berlín.
En los Estados Unidos de América, un estudio del Southern Poverty Law Center (SPLC) señaló que, aunque la ultraderecha ha sido tradicionalmente asociada a grupos de mayor edad, el auge de las redes sociales ha facilitado la radicalización juvenil. Se estima que entre el 20% y el 30% de la actividad en línea asociada a discursos extremistas es impulsada por jóvenes de 18 a 29 años. Sostiene que la digitalización y la propaganda en distintas plataformas han permitido que mensajes radicales se difundan con rapidez, contribuyendo a que un segmento importante de la juventud se sienta atraído por estas ideologías.
Historias de injusticias reales o percibidas, y la promesa de tiempos mejores son elementos atractivos en contextos donde se violan los derechos humanos y las aspiraciones se ven frustradas, principalmente las de los jóvenes.
En México, se ha estimado que cerca del 20% de la actividad política digital entre jóvenes se relaciona con contenidos que, directa o indirectamente, promueven valores de ultranacionalismo y discursos excluyentes, según datos publicados por El País México. El mejor caldo de cultivo son las crisis socioeconómicas, la incertidumbre por el futuro, las diferencias sociales y la polarización.
Latin American Public Project en su informe de 2022, señala que entre el 12% y el 18% de los jóvenes mexicanos (rango aproximado entre los 18 y 30 años) manifiestan ciertas simpatías o afinidades con discursos nacionalistas y de ultraderecha.
Y por si fuera poco, el año pasado, el Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo, detectó que 12 organizaciones de extrema derecha (al menos) actúan en México. Según su informe “Grupos de odio y extremistas de extrema derecha, México", Abogados Cristianos, el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia/Evangélico Digital, el Frente Nacional Anti-AMLO, el Frente Nacional Por La Familia, el Frente Nacionalista de México, México Republicano, Patria Unida Por Un México Valiente, ProLife Army, Raíces Radicales, Red Familia, la Unión Nacional de Padres de Familia, y Unión, Nación, Revolución y El Yunque tienen claras agendas de ultra derecha en las cuales las personas indígenas, afromexicanas, migrantes, mujeres y personas que pertenecen a la comunidad LGBTQ+ resultan las más afectadas por sus intolerantes discursos.
En Reino Unido un informe de la Universidad de Cambridge (2021) reveló que alrededor del 15% de los jóvenes con tendencias nacionalistas se han declarado simpatizantes de posturas de ultraderecha y evidenció un incremento aproximado del 40% en la afinidad por discursos radicales entre jóvenes, en comparación con datos recogidos 6 años antes, en 2015.