Por Claudia Pérez Atamoros

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Diversidad Biológica y a tan sólo 12 días del Plan M, el del aquí y el ahora; el del uno, dos, tres, por mí y por México, SER PARTE DEL PLAN (así denominado) es tan importante como salir a votar el próximo 2 de junio.

Pero… ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? 

Mucho. Muchísimo. 

Para empezar, en este sexenio (y no es que los otros hayan sido ejemplares) la diversidad biológica en México ha sido devastada pese a las campanas al vuelo de la 4T y al dicho de la secretaría de la SEMARNAT, María Luisa Albores González quien el pasado mes de enero en una de las mañaneras se atrevió a calificar a este periodo obradorista como “el Sexenio de las Áreas Naturales Protegidas” y a asegurar que el gobierno de AMLO ya superó al del general Lázaro Cárdenas como el que más áreas naturales protegidas (ANP) ha decretado al sumar 225 con una extensión de 93 millones 944 mil 064 hectáreas. 

Será cierto en el papel, porque ¿de qué sirven tantas y tantas “áreas protegidas” si no se les asignan recursos suficientes? Tal es el caso, sino de la actual administración, aliada al partido verde que de verde solo tiene el color.

Para muestra algunos datos duros, puros y muy preocupantes.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.