¡Mujeres, nada nos detiene!
Aunque cada día se derriban más barreras de género en México, la realidad es que hay todavía muchas cosas que detienen a las mujeres: la carga inequitativa de trabajo del hogar y los cuidados de la familia, un sistema pensado y construido tomando el modelo de “hombre” como el genérico de ser humano. En fin, los resultados del sistema que no es parejo están en las estadísticas. Y entonces están las mujeres que se saltan los números por las trancas, y nada las detiene. ¿Pero, cómo una mujer hace la diferencia en un mundo lleno de retos?
Dalia es dueña de “El Changarrito”; para ella el éxito es el resultado de distintos factores: diversificar las herramientas que usa, desafiarse profesionalmente, aprender e innovar. Ella comenta que ser madre y emprendedora no es un camino fácil, pero que involucrar a sus hijos en el proceso les permitió superarse y valorar el esfuerzo del trabajo. Como resultado de ello, en su familia se utilizan los recursos digitales como herramientas de venta.
Verónica Juárez es propietaria de un negocio que también atiende, con una historia que comenzó de la necesidad. Su hijo abrió la tienda por falta de trabajo. Verónica se preparó y, al igual que Dalia, tomó un curso de capacitación impulsado por la Industria Mexicana de Coca-Cola y Fundación Coca-Cola, en el que varias mujeres se han capacitado en áreas clave como habilidades comerciales, acceso a servicios y activos financieros. Estos cursos, como el programa gratuito “Capacitación a Tender@s” que se realiza en alianza con Fundes, organización que promueve el desarrollo de pequeñas y medianas empresas, han evolucionado para estar disponibles 24 horas al día y ser de fácil acceso al ser virtuales.
Para Fundes los retos a los que se enfrentan las emprendedoras en México son el restringido acceso a la capacitación, la limitada educación financiera, y como la premio Nobel de Economía, Claudia Goldin, señala, la carga adicional de responsabilidades.
Este panorama, lleno de desafíos, es donde emprendedoras excepcionales demuestran que es indispensable creer en sus habilidades para expandir cualquier proyecto.
Liliana es otro ejemplo de esta resiliencia como Dalia y Verónica, pues ante las dificultades que trajo la pandemia, cambió el giro de su negocio para convertirlo en una exitosa tienda de abarrotes reconocida dentro de su comunidad. Frente a esto, los cursos le han servido para mejorar la contabilidad en su negocio y ofrecer pedidos a domicilio.
Como ellas, una mujer que hace la diferencia no solo representa un sinfín de oportunidades para su familia y comunidad, también es un pilar fundamental para crecer la economía del país. Por ello, la Industria Mexicana de Coca-Cola impulsa el empoderamiento femenino a través de acciones como cursos que brinden resultados. Lo anterior, impulsados por la idea de que invertir en el desarrollo de habilidades de una mujer es invertir en el desarrollo del país entero.
Con más de 180 mil mujeres que han sido parte de estos programas a lo largo y ancho del país, cada una de ellas ha demostrado que capacitar a una mujer impacta positivamente a toda una comunidad y se vuelve un faro de inspiración para otras mujeres que buscan superar desafíos.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
Más de 150 opiniones a través de 100 columnistas te esperan por menos de un libro al mes.
Comments ()