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En la Fiscalía General de la República informan, extraoficialmente, que pocas veces se presenta a trabajar, después que a sus 83 años de edad, los dos años de la pandemia los pasó en su casa. En efecto, al fiscal general Alejandro Gertz Manero ya no se le ve en público.

Es evidente la ausencia de la Fiscalía General de la República y su titular en el combate a la inseguridad y la criminalidad organizada. Las pocas acciones que a ello se dedican, están en la responsabilidad, por orden presidencial, de los titulares de las Fuerzas Armadas, el general Luis Crescencio Sandoval de la SEDENA, el Almirante José Rafael Ojeda, de la Secretaría de la Marina, así como en el general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, y Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Nada se sabe de las acciones de la FGR pese a que, como lo mandata la Constitución, “la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público”, entidad en la facultad de la Fiscalía.

Hace unos días, en la aparatosa detención de Ovidio Guzmán López, el Ratón, hijo de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, además de miembro de la célula del cártel de Sinaloa que se hace llamar los Menores, la Chapiza o los Chapitos, la FGR no apareció. Ni siquiera emitieron un comunicado cuando el sinaloense quedó a disposición de un juez de control que le decretó prisión preventiva hasta por 60 días, en tanto Estados Unidos formaliza la solicitud de extradición, acción que corresponde exclusivamente al ministerio público de la federación.

Nada. De hecho la detención fue dada a conocer por el gobierno de la República a través de la Secretaría de Seguridad y las Fuerzas Armadas. Ovidio fue presentado ante la FEMDO (Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada), y de ahí trasladado hasta el penal de máxima seguridad en Almoloya de Juárez, Estado de México.

Es habitual y corresponde a una política oficial de la FGR que cuando solicita una vinculación a proceso o abre una carpeta de investigación se informe a través de comunicados de prensa. Sin embargo, en el caso de Ovidio Guzmán López no lo han hecho. No se supo por ellos de la puesta a disposición de un juez, como también se desconoce si fueron abiertas carpetas de investigación a raíz de los hechos delictivos de 2019 y de 2023, orquestados por la célula de los Menores, en los dos intentos por liberar al hijo del Chapo cuando fue capturado.

En la segunda ocasión, el 5 de enero de 2023, el general Sandoval relató en la conferencia de prensa que, durante el operativo de detención, a Guzmán López le fueron encontradas armas, drogas y que incluso había disparado a los elementos del Ejército para evitar la captura, acciones que constituyen delitos ante los cuales la FGR debería abrir una carpeta de investigación, y una vez recabados los datos de prueba, solicitar la imputación del presunto y la vinculación a proceso por los delitos de portación de armas de fuego, posesión de droga o delitos contra la salud, y ataques a la autoridad, por lo menos.

Sin embargo, se desconoce si la fiscalía de Gertz Manero trabaja en ello, pues hasta la fecha únicamente se sabe que el detenido fue encarcelado por la orden de detención provisional con fines de extradición internacional que existe desde 2019 cuando la fiscalía de los Estados Unidos así lo solicitó; país donde sí se investiga a Ovidio Guzmán por tráfico y distribución de drogas, lavado de dinero, entre otros delitos.

De igual manera se desconoce, porque la FGR no ha informado, la identidad y el paradero de las 20 personas que, de acuerdo con las autoridades de las Fuerzas Armadas involucradas en el operativo de detención, fueron capturados junto a Ovidio Guzmán López. Ni sus nombres, ni sus delitos, ni su paradero. Nada se sabe.

En los comunicados en la página de la FGR ( www.fgr.gob.mx ) del 4 de enero de 2023 donde informan haber obtenido la vinculación a proceso de cuatro policías de Jalisco por abuso de autoridad en perjuicio de un periodista de aquella entidad, el siguiente es del 8 de enero en el cual informan que la “FGR obtiene la legal detención de una persona de las 10 más buscadas por el FBI”. No incluyen nombre, solo que fue aprehendida en la Ciudad de México y que se le acusa en “Estados Unidos de América por su probable responsabilidad en los delitos de acecho interestatal y asociación delictuosa para cometer homicidio”.

Del jueves 5 de enero cuando fue aprehendido Ovidio Guzmán, procesado, declarado y encarcelado, no existe un solo comunicado en la Fiscalía General de la República.

La ausencia pública del fiscal Gertz Manero se ve reflejada también en la información de su página electrónica. En el enlace de galería fotográfica, los últimos tres actos destacados son: la plenaria delegacional el 16 de diciembre de 2022, el foro internacional anticorrupción del 6 de diciembre de 2022, y la Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia del 2 de septiembre de 2022. Solo en esta última, aparece Alejandro Gertz Manero en las fotografías publicadas en la página de la FGR.

Ciertamente el 2022 no fue un buen año para el fiscal general de México. En marzo se le exhibió con audios,  cómo utilizó su posición y poder para incidir en el caso que mantuvo presa a la hija de quien fuera la pareja de su hermano, Federico Gertz Manero, mientras ambas, Alejandra Cuevas y Laura Morán, fueron procesadas por la denuncia del fiscal de homicidio por falta de cuidados. Ese mismo mes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación acabaría con la vendeta política de Gertz al conceder a las mujeres el amparo liso y llano, lo cual sacó a una de prisión y otorgó certeza jurídica a la otra.

Posteriormente el fiscal Gertz se vio inmiscuido en acusaciones perniciosas entre él y quien fuera consejero jurídico de la presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra, caso en el que la FGR solicitó vincular a proceso a abogados ligados a Scherer por presunta extorsión al empresario y privado de su libertad, Juan Collado, pero fue desestimado por un juez de control. Scherer Ibarra a su vez denunció al fiscal Gertz Manero por tráfico de influencias, coalición de servidores públicos y asociación delictuosa, sin embargo, a los meses, retiró la denuncia.

En los corrillos de Presidencia de la República la versión para justificar la ausencia pública y oficial del fiscal Gertz Manero en casos relevantes, como la detención de Ovidio Guzmán, es que “tiene serios problemas con el secretario de la defensa y otros miembros del gabinete”. Versión que se fortaleció cuando, de manera insólita, Alejandro Gertz Manero no acudió a las reuniones en torno a la X Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebró en Palacio Nacional 9 y 10 de enero, con la participación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, del mandatario norteamericano, Joe Biden, y del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

En el caso del presidente de los Estados Unidos, le acompañó Merrick B. Garland, fiscal general de la Unión Americana, y quien, de acuerdo a registros públicos del vecino país, estuvo presente en una reunión bilateral con los presidentes de ambos países e integrantes del gabinete de López Obrador, con el tema de la seguridad, para fortalecer la cooperación.

El departamento de justicia de los Estados Unidos, informó además: “Mientras estuvo en la Ciudad de México, el Fiscal General participó en reuniones adicionales sobre el trabajo del Departamento de Justicia para combatir el tráfico de fentanilo y otras drogas, incluidos los precursores de fentanilo, el tráfico de armas de fuego y el contrabando de personas”. Delitos todos del orden federal y por tanto en la responsabilidad de la Fiscalía General de la República.

Pero el Fiscal Gertz Manero no estuvo presente en ninguna reunión, cuando debió ser parte integral en los acuerdos con su homólogo de los Estados Unidos. La justificación sobre la ausencia del Fiscal en la cumbre la dio el ministro de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard, y fue tan irrisoria como ridícula: “el fiscal Gertz tenía una actividad el día de ayer y hoy, no le avisamos a tiempo que venía el fiscal de Estados Unidos porque decidió incorporarse más tarde, es un tema logístico”, dijo a los reporteros.

De la supuesta reunión que impidió que Gertz acordara con el fiscal norteamericano no existe registro público alguno ni en la página de la FGR, ni en redes sociales, ni en comunicados oficiales, y por supuesto, al fiscal no se le ha preguntado, porque nadie sabe dónde está, qué hace, y él, desde algún lugar desconocido, se mantiene alejado de su oficina, y de Palacio Nacional.

¿Dónde está el fiscal Alejandro Gertz Manero? Esa es la pregunta pertinente en el país donde los cárteles mantienen un crecimiento exponencial y se cometen más delitos cada día sin que la justicia llegue.

@adelanavarro

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