Por Edelmira Cárdenas
Alguna vez mencioné que “cada quién tiene el sexo que trabaja” y sigo pensando que es totalmente cierto. Porque en gran medida, lo que encontramos en el sexo es lo que buscamos. Si tenemos poco es porque quizás poco se procura, si encontramos poco placer es que pudiera ser que lo queremos muy fácil y todo dado. Incluso habrá (que son contados), los que digan que están satisfechos con su vida sexual y que así es perfecta; lo único que le diría a aquellos que dicen tal cosa es que desarrollar un área significa desarrollarme a mí como persona y para eso es necesario explorar, pero es cosa de cada quien… Lo de “buscar más” es sugerencia por que es evidente que el tesoro del placer es excelente para quienes lo encuentran, pero de ninguna manera es una imposición que si no se acata llegaría el fin tu mundo… sólo del sexual quizás. Pero ¿es bueno procurar más placer? ¿cuándo es aconsejable quedarme como estoy o donde estoy?
Hay que aclarar que siempre es bueno procurar más placer, lo que quizás no es bueno en las relaciones es pensar que el que quiera tener más placer ha de tener más sexo, ecuación uno del sexo: el número de mete y saca en la cama no es proporcional a la grandeza de la satisfacción, porque el placer no depende de cuánto se haga, sino del cómo. Por lo tanto siempre hay que procurar más placer, y no por ello nos vamos a desvivir por generar sin fin de ocasiones sexuales en la vida cotidiana, sino que aquellas que lleguen vivirlas bien y a plenitud. Y la pregunta es ¿el sexo que practico actualmente me vuelve pleno? ¿soy una persona satisfecha?