Por Edmée Pardo

El 30 de abril, tradicionalmente conocido como el Día del Niño, luego del Niño y de la Niña, hoy es el Día de las Infancias.  Llamado así porque busca incluir todas las situaciones que vive un menor, en el entendido que no hay un solo modelo para ser EL niño o LA niña.  

De cualquier manera, nombrados de la manera que mejor nos parezca, a propósito de la fecha me hacen la misma  pregunta: ¿Qué libro me recomiendas para mi hijo/sobrina/ahijade/hijastro/alumna/vecinito? A lo que yo generalmente respondo, ¿qué le gusta a esa persona?  

Recomendar un libro, si no se trata solamente de soltar el primer nombre que me venga a la cabeza, es hacer un traje a la media que requiere de averiguación previa. No es un tema de edad, sino de intereses, costumbres lectoras, familiaridad con los idiomas, curiosidad.  Una mala recomendación puede resultar un antídoto duradero contra la lectura. Una buena recomendación es una puerta que invitará a seguir leyendo.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.