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Por Edmée Pardo

Este 28 de junio se conmemora el día internacional del orgullo LGTB+ y por ende todo el mes hemos visto banderines con los colores del arcoíris.  ¿Por qué se usa la palabra orgullo?  Porque durante siglos las personas de identidades y preferencias sexuales diversas fueron humilladas, castigadas y tuvieron que guardar en lo más oscuro de un mueble (el ropero o el closet) su manera de sentir y vivir.  A partir de 1964, el orgullo busca resignificar a una colectividad que no quiere y no debe sentirse avergonzada por sus características no convencionales.  Una de las expresiones más notables sucede en los desfiles que llenan las grandes ciudades del mundo para apoyar sus reclamos sociales, su presencia en la vida pública y política de una nación.

La verdad es que todo el año debiera ser arcoíris, y para ello la sociedad civil y agrupaciones específicas luchan y hacen fuerte esta voz de manera permanente. Las editoriales, autores y librerías no están fuera de este esfuerzo, y buscan crear en las palabras y con las palabras un lugar donde se pueda vivir de manera segura la sexualidad y el amor.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.