Por Edmée Pardo
¿Cómo ves mi curriculum?, pregunta una amiga que acaba de enviar el documento a un contratante internacional. Abro el archivo, lo miro de arriba abajo, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha: no entiendo y no porque esté en inglés. Me rasco la cabeza. Es una infografía más que un formato narrativo como al que, por lo menos yo, estoy acostumbrada. Una cuadrícula con un círculo al centro, muchos logos, y por ahí una lista de habilidades.
Curriculum vitae quiere decir, literalmente, la carrera de la vida. En la antigua Roma se usaba el término Cursus honorum para hablar de la carrera política de los senadores y de los méritos que lograban en el tránsito de edil a cónsul. Dicen quienes saben, que los griegos utilizaban la palabra en la acepción de carrera o curso, para referirse al discurso del pensamiento. De ahí que en la edad media la palabra curriculum se usara para designar el contenido de un programa educativo.