Por Ele Figueroa

Quisiera empezar contando la historia de una eLe de 6 años diciendo que quiere ser monera, como la tierna historia que me contó mi maestro Trizas, pero, a diferencia de mis colegas, a quienes he tenido la oportunidad de preguntar cuándo supieron que querían ser caricaturistas políticos, yo no lo supe desde pequeña, sino hasta hace poco…

La mía es una historia de errores enmendados, de creerse el cuento de que del arte no se vive y constatar que es así por los pagos precarios. De creer que si mi actividad favorita no la asumo con responsabilidad y la dejo como un simple pasatiempo me hará más feliz.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.