Lloramos muchas veces, nos rompimos muchas veces, vivimos en el yo que no nos gustaba. Entramos en un túnel que nos devolvía, estábamos tan lejos que ni nuestras manos podían alcanzarlo. Cuando estábamos en Irán los sonidos de nuestros gritos no se escucharon, sufrimos juntas, hablamos de la cultura que nos faltaba, la que no podíamos alcanzar. Fuera de Irán, tratamos de recordarles a los demás lo que teníamos, uno por uno, pero fue doloroso porque no nos creyeron. Tratamos muchas veces de liberarnos de la oscuridad. Gritamos y derramamos sangre, pero perdimos. Éramos más débiles que la opresión. Esta ira, esta tristeza, esta desilusión se ha arraigado en nosotras y hoy todas esas lágrimas se han convertido en una gran inundación. Una inundación para que el mundo escuche su rugido, que escuche que lo que estamos dando a nuestros hijos es lo que nos fue arrebatado un día.
Este rugido es un recordatorio de nuestro origen iraní y quedará registrado en la historia.
We cried many times, we broke many times, we lived in ourselves whom we didn’t like so much. We entered a tunnel that took us back, we got so far that even our hands couldn’t reach. When we were in Iran, the sounds of our shouts couldn’t be heard, we just had pain together, we talked about our culture for ages, the culture we couldn’t reach. Outside of Iran, we tried to teach others what we knew about our culture and country, but it was painful because they didn’t believe in us. We tried to be free of the darkness numerous times. We shouted and we gave up our blood, but we lost. We were weaker than the oppression. This anger, this sorrow, and this sense of hopelessness have found their roots in us, and today, all those tears have turned into a grand flood, a flood that the world can hear its roar, that can hear what we are giving to our children is what had been taken away from us one day.
This roar is a reminder of our Iranian authenticity, and will be written in history.
ما بارها گریستیم ، بارها شکستیم ، بارها در خودی که دوست نداریم زیستیم ما وارد تونلی شدیم که مارو به عقب برد جوری دور شدیم که حتی دستامونم بهش نمیرسید ، وقتی ایران بودیم صدای فریادهامون شنیده نمیشد ما باهم درد کشیدیم ، عمری از فرهنگ حرف زدیم که دستمون ازش کوتاه بود ، خارج از ایران تک به تک سعی کردیم به دیگران داشته هامون رو یادآوری کنیم اما دردناک بود چون باور نداشتن ، بارها برای رهایی از سیاهی تلاش کردیم ، فریاد زدیم و خون دادیم اما باختیم ما از ظلم ضعیفتر بودیم، این خشم ،این غم این ناامیدی در ما ریشه دواند و امروز تمام اون اشکها تبدیل به سیل عظیمی شده که جهان صدای غرش طوفانیش و میشنون ما چیزی رو به فرزندانمون هدیه میدیم که روزی از ما گرفته شده این غرش یادآور اصالت ایرانی ماست و در تاریخ ثبت میشه
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
Más de 150 opiniones a través de 100 columnistas te esperan por menos de un libro al mes. Suscríbete y sé parte de Opinión 51.
Comments ()