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Por Fátima Masse

Es tiempo de mujeres. Veo con orgullo que cada vez es más frecuente ver a mujeres en consejos de administración, direcciones generales y otros puestos de toma de decisiones. Poco a poco el mundo corporativo y la arena política se han ido diversificando. Incluso, este mes comenzó la primera administración de una mujer al frente del Gobierno Federal. Emocionante.

Desafortunadamente, que lleguen más mujeres no garantiza que sus decisiones estarán orientadas a incrementar la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI). Eso dependerá de su propia agenda y de las acciones que implemente cada una de ellas.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Kiik Consultores publicaron un reporte sobre la percepción de 1,233 personas relacionada con diferentes dimensiones del ámbito empresarial. Un estudio muy interesante que refleja cómo cambia la visión de hombres y mujeres que ocupan diferentes puestos.

El dato que más llamó mi atención es que conforme aumenta el nivel jerárquico, la disposición de las mujeres a involucrarse en las políticas DEI de su empresa disminuye. En particular, 33% de las mujeres en mandos medios están dispuestas a participar en este tipo de acciones, mientras que esta proporción se reduce al 13% para las mujeres en alta dirección.

¿Por qué? ¿A qué se debe esta reducción? Según el estudio, más de la mitad de las mujeres encuestadas reportó no tener tiempo o interés. También influye que algunas no están de acuerdo con las acciones que propone su organización, otras han tenido malas experiencias y otras consideran estos esfuerzos como irrelevantes.

Pareciera que una vez que se rompe el techo de cristal, eliminar barreras en el mundo laboral deja de ser una prioridad evidente para algunas de ellas. Esto prende alertas.

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@Fatima_Masse

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.