Por Fátima Masse
Hace unos días concluyó el proceso interno de Morena por el que se eligió a las cinco mujeres y a los cuatro hombres que buscarán obtener una gubernatura en 2024. Lo malo, es que el proceso fue arbitrario, en donde se hizo caso omiso a los resultados de las encuestas, escudándose en el cumplimiento del criterio de paridad definido por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Esto revivió un debate polarizado alrededor de las cuotas de género, al grado de llamarlas “caridad de género”. Si bien este tipo de acciones afirmativas son impopulares, también hay que reconocer que han sido efectivas para incrementar la representación de mujeres en el sector público. A pesar de ello, son medidas temporales, puesto que no son suficientes para consolidar un México más igualitario y ahí es donde se deberían de concentrar los esfuerzos.