Por Fatima Masse
La semana pasada la Secretaría de Marina tomó por instrucciones del presidente las instalaciones de Ferrosur, subsidiaria de Grupo México, en tres tramos que van de Coatzacoalcos a Medias Aguas. La justificación: no se llegó a un acuerdo entre la empresa y el Gobierno Federal en una ubicación estratégica para la seguridad nacional.
Más allá de los intereses particulares de la empresa afectada o de los detalles legales de la medida, me parece que la forma en la que se dio esta “ocupación temporal” (por no decir expropiación) y las explicaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador mandan un mensaje preocupante que puede frenar no solo la inversión, sino también la generación de empleos formales.