Por Fátima Masse
Hace unos días, el equipo mexicano de Natación Artística nos llenó de orgullo tras conseguir cuatro medallas –tres de oro y una de bronce—en el mundial de Egipto. Una conquista histórica al ser la primera vez que México obtiene estos resultados en este deporte a nivel mundial. Además, tiene doble mérito pues las atletas vendieron trajes de baño y obtuvieron patrocinios para cubrir los gastos dado que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) les dio la espalda desde hace tiempo.
Todos estamos profundamente orgullosos de este suceso, a excepción del presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo quienes prefieren no dar explicaciones sobre los escándalos de la CONADE. Este caso deja ver un modus operandi que es cada vez más frecuente en esta administración: sacrificar los intereses de la ciudadanía para cuidar a ciertos funcionarios, aunque estén en medio de sospechas de corrupción. Vayamos por partes.