Por Fátima Masse
Para que una persona pueda aprovechar las oportunidades económicas que se le presentan requiere del cumplimiento de derechos que son indispensables: educación, servicios de salud, alimentación nutritiva, prestaciones de seguridad social y una vivienda de calidad que tenga servicios básicos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que se han hecho por décadas, la mayoría de la población no tiene garantizados estos derechos.
En 2022, dos de cada tres personas mexicanas tenían al menos una carencia social, es decir que no se les cumplió algún derecho indispensable. La carencia más común fue la falta de acceso a seguridad social (50% de la población total), seguida de la falta de acceso a servicios de salud (39%). Ambas, son los principales desafíos para el desarrollo social y están conectados por la informalidad laboral.