Por Frida Mendoza

No sé cuándo inició todo pero pensar en parir me da terror. Tal vez mi miedo inició cuando recién egresé de la universidad y trabajé unos meses como community manager de una marca de ropa de bebé y para crear contenido me compartían fotos, videos y explicaciones de lo que representa un parto en el cuerpo de una mujer, demasiado gráficos. En ese momento creo que pasé del miedo a un embarazo inesperado a tener que vivir un parto. Y de la cesárea ni hablamos.

Con los años, muchas de mis amigas se han convertido en mamás y al mismo tiempo me he involucrado más con el concepto de la maternidad, ya sea desde las pláticas con mis amigas así como en la investigación para algunos trabajos periodísticos y la literatura (Línea Nigra de Jazmina Barrera y Fruto de Daniela Rea son mis favoritos).

Dentro de esta oleada literaria donde cada tanto sumo y sumo a escritoras latinoamericanas está Clyo Mendoza, poeta y escritora oaxaqueña, cuyo libro Furia está en mi lista de pendientes por leer. La literatura de Clyo, según ella misma cuenta, está interesada en enunciar e indagar la variedad de violencias y las historias que se desenvuelven; sin embargo, aún sin leer sus libros, estoy segura que el relato más doloroso que publicará la autora es el de su propio parto.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.