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Por Gabriela Sotomayor

El derecho a la salud de las mujeres, es un tema aparte. Falta mucho por hacer en favor de las mujeres en una cuestión básica: el embarazo.

Por ejemplo, las hemorragias (hemorragias intensas y graves) y los trastornos hipertensivos como la preeclampsia son las principales causas de muerte materna en todo el mundo, según un nuevo estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas afecciones fueron responsables de alrededor de 80 000 y 50 000 muertes respectivamente en 2020 (el último año para el que se dispone de estimaciones publicadas ), lo que pone de relieve que muchas mujeres aún carecen de acceso a tratamientos que les salven la vida y a una atención eficaz durante y después del embarazo y el parto.

El estudio, publicado en The Lancet Global Health, es la primera actualización mundial de la OMS sobre las causas de las muertes maternas desde que se adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en 2015. Además de describir las principales causas obstétricas directas, muestra que otras afecciones de salud, incluidas las enfermedades infecciosas y crónicas como el VIH/SIDA, la malaria, las anemias y la diabetes, son la causa de casi una cuarta parte (23%) de la mortalidad relacionada con el embarazo y el parto. 

Estas afecciones, que a menudo pasan desapercibidas o no se tratan hasta que ocurren complicaciones importantes, exacerban el riesgo y complican los embarazos de millones de mujeres en todo el mundo.

“Entender por qué mueren las mujeres embarazadas y las madres es fundamental para hacer frente a la persistente crisis de mortalidad materna en el mundo y garantizar que las mujeres tengan las mejores posibilidades de sobrevivir al parto”, afirma la Dra. Pascale Allotey, Directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación de la OMS, así como del Programa Especial de las Naciones Unidas sobre Reproducción Humana (HRP).

 “Se trata también de un enorme problema de equidad a nivel mundial: las mujeres de todo el mundo necesitan una atención sanitaria de alta calidad y basada en la evidencia antes, durante y después del parto, así como esfuerzos para prevenir y tratar otras afecciones subyacentes que ponen en peligro su salud”, sostiene.

Se estima que en 2020 hubo 287 000 muertes maternas en total, lo que equivale a una muerte cada dos minutos. Este nuevo estudio de la OMS informa que las hemorragias, que se producen principalmente durante o después del parto, son responsables de casi un tercio (27 %) de la mortalidad materna, y la preeclampsia y otros trastornos hipertensivos contribuyen a un 16 % adicional. La preeclampsia es una afección grave que se caracteriza por hipertensión arterial y que puede provocar hemorragias, accidentes cerebrovasculares, insuficiencias orgánicas y convulsiones si no se trata o se trata demasiado tarde.

Otras causas directas incluyen: sepsis e infecciones; embolia pulmonar; complicaciones de abortos espontáneos e inducidos (incluidos abortos espontáneos, embarazos ectópicos y problemas relacionados con abortos inseguros) y complicaciones y lesiones anestésicas que ocurren durante el parto.

Los resultados destacan la necesidad de fortalecer aspectos clave de la atención de maternidad, incluidos los servicios prenatales que detectan los riesgos en las primeras etapas del embarazo y previenen complicaciones graves; la obstetricia que salva vidas y que puede gestionar emergencias críticas relacionadas con el parto, como hemorragias o embolias, y la atención posnatal, valora la OMS.

La mayoría de las muertes maternas se producen durante el parto o poco después, lo que hace que este sea un momento crítico para salvar vidas. Sin embargo, alrededor de un tercio de las mujeres, principalmente en los países de bajos ingresos, aún no reciben controles posnatales esenciales en los primeros días después del nacimiento. A nivel de población, intervenciones preventivas más amplias podrían ayudar a reducir la prevalencia de afecciones de salud subyacentes, como las enfermedades no transmisibles y la malnutrición, que aumentan los riesgos para las mujeres.

“A menudo, no solo un factor, sino muchos factores interrelacionados contribuyen a la muerte de una mujer durante o después del embarazo; por ejemplo, la preeclampsia puede aumentar significativamente la probabilidad de hemorragia, así como otras complicaciones que pueden ocurrir incluso mucho después del parto”, dice a su vez la Dra. Jenny Cresswell, científica de la OMS.

“Se ha demostrado que un enfoque más integral de la salud materna ofrece a las mujeres la mejor posibilidad de tener un embarazo y un parto saludables, y de disfrutar de una calidad de vida duradera después del parto; los sistemas de salud deben poder apoyarlas en las diferentes etapas de la vida”, valora.

El estudio se basa en datos nacionales que se comunican a la OMS, así como en estudios revisados por pares. En el caso de algunas causas, los datos siguen siendo limitados. En particular, los autores piden más datos sobre el suicidio materno, que actualmente solo está disponible para 12 países. Además, la mayoría de los países no informan sobre las muertes maternas tardías (las que ocurren en el año posterior al parto), aunque varias afecciones pueden generar riesgos que duren mucho más allá del parto en sí. Después del parto, muchas mujeres tienen dificultades para acceder a la atención de seguimiento , incluido el apoyo de salud mental.

A la luz de esta problemática, la OMS trabaja para fortalecer el acceso a servicios dignos y de alta calidad durante todo el proceso de atención del embarazo, el parto y el posparto , mediante investigaciones y directrices basadas en evidencia. En 2024, la OMS y sus asociados pusieron en marcha una Hoja de ruta mundial para la hemorragia posparto , en la que se describen las prioridades clave para abordar esta importante causa de muerte materna.

Ese mismo año, los 194 países de la Asamblea Mundial de la Salud aprobaron una Resolución en la que se comprometían a fortalecer la atención de calidad antes, durante y después del parto. Para impulsar la acción, el Día Mundial de la Salud de 2025 (que marca el quinto aniversario de la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo Sostenible) se centrará en la salud materna y neonatal.

 La campaña pedirá que se intensifiquen los esfuerzos para garantizar el acceso a una atención de alta calidad y probada para las mujeres y los bebés, especialmente en los países más pobres y en las situaciones de crisis, donde se produce la gran mayoría de las muertes. Más allá de la supervivencia, la campaña también pondrá de relieve la necesidad de prestar una atención más amplia a la salud de las mujeres, incluidos los cuidados y el apoyo posnatal.

Acerca de

El estudio “Global and regional causes of maternal deaths 2009-2020: a WHO systematic analysis” (Causas mundiales y regionales de muertes maternas 2009-2020: un análisis sistemático de la OMS) actualiza un análisis anterior realizado en 2014 que abarcó el período 2003-2009. La hemorragia también fue responsable de la mayor proporción de muertes en el análisis anterior (27%). 

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