Claudia López

Por Gabriela Sotomayor

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Fue muy festivo el ambiente de la toma de posesión de la primera mujer presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Su vestido blanco y pendientes de perla fueron un acierto. Lucía relajada, radiante. Sin embargo, su discurso dejó ver lo que tanto temíamos: Es copia y calca de su tutor y maestro Andrés Manuel López Obrador, ex presidente de México.

Antes de su arribo a San Lázaro, fueron llegando poco a poco los invitados especiales que vinieron de diferentes países de las Américas.

Se dieron cita Jill Biden, esposa del presidente de Estados Unidos (EU), así como los presidentes de Brasil, Luiz Inácio  Lula da Silva ; de Chile Gabriel Boric; de Colombia Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel , entre otros. De Europa no se presentó nadie, a excepción de un ex funcionario alemán,  pues los países de la Unión Europea se solidarizaron con España porque el gobierno de Sheinbaum no invitó a la toma de posesión al Rey de España Felipe VI. Gran error. No sé si la aconsejó Jesús Ramírez, pero la grosería y desagravio al segundo socio comercial del país no es una buena política. 

Claudia recibió un país ensangrentado con 91 homicidios dolosos, solamente en el último día de gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador que en su sexenio pasan más de 200 mil las personas asesinadas. El país está ensangrentado. Los desafíos son enormes, principalmente la militarización de la seguridad pública, la creciente inseguridad del país, especialmente en Guanajuato, Sinaloa, Sonora, Morelos, entre otros estados, además de la educación, la salud, la ciencia y la cultura, descuidados por AMLO.

Claudia dedicó algunas frases de su discurso a estos puntos, pero no habló de las madres buscadoras, ni de los desaparecidos, feminicidios, violencia contra la mujer, en fin, si acaso mencionó las palabras “derechos humanos”, pero no profundizó en el tema. Habló de programas millonarios que quién sabe de dónde sacará dinero, es lo de menos… habló del derecho a la salud y que los médicos irán a domicilio a zonas marginadas, unos 20 mil doctores, dijo. ¿Sería un guiño para Díaz-Canel? ¿Pensará invitar a médicos cubanos para que su sueldo se lo quede la dictadura cubana? No olvidemos que la ONU ha considerado el caso de los médicos cubanos como “esclavitud moderna”.

Hacia el final de su discurso Sheinbaum habló sobre la mujer, bien puestas las palabras, pero del dicho al hecho, está por verse. Es de subrayar la cara de hueva de AMLO durante todo el discurso, difícilmente aplaudió. Está claro que le gusta ser la estrella de la película y ayer los reflectores estaban en ella, la nueva presidenta de México.

Al mismo tiempo de su discurso, trabajadores del Poder Judicial, jueces, magistrados, se manifestaron en contra de la reforma que les afecta directamente . Claudia les dijo que no se vulneraran ni sus derechos ni su sueldo. ¡ Ah bueno, qué tranquilidad! 

Por otra parte, el dólar se registró en $19.71 y un porcentaje de aprobación del 67%, es decir que dos de cada tres mexicanos apoyan el gobierno de la presidenta Sheinbaum.

A su vez, el día de ayer el dueño de el periódico El Universal, Juan Francisco Ealy Ortíz, que por cierto recibió continuos ataques de AMLO, escribe en el diario que “es tiempo de dejar atrás el encono”, refiriéndose a la polarización que provocó el ex presidente López Obrador. 

Claudia, la primera Tlatoani en 700 años, ha asegurado que “es tiempo de mujeres y es tiempo de vivir sin miedo”, cuestión que estará por verse, la violencia de género es una deuda de larga data que ha empeorado en el sexenio de AMLO con un promedio de 8 feminicidios diarios.

La presidenta que escogió como símbolo de su gobierno a una mujer de rasgos indígenas con la bandera tricolor, lo cual ha sido muy celebrado, por lo menos decidió visitar a los damnificados de Acapulco, ya veremos si será una foto-op o si realmente se dará el tiempo de conversar con las víctimas de las tremendas inundaciones y con otros muchos que siguen padeciendo los estragos del huracán Otis a su paso por Acapulco.

En la toma de posesión le quedó bien claro al expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador que la silla es la silla y ahora la ocupa ella y el poder es el poder. Por su discurso adivinamos que será más de lo mismo. Eso decepcionó. 

Por su parte, AMLO tuvo que resignarse a su segundo plano pues “no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla”. Adiós Andrés Manuel. Bienvenida Claudia López, hija política de AMLO. Te vamos a estar observando.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.