El 24 de enero de 2022, a nivel internacional, se conmemora el Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes, adoptado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En este día tan importante para nosotras las personas negras, africanas y afrodescendientes, celebramos nuestras numerosas variantes culturales de más de 54 países soberanos del continente y de las diásporas africanas en todo el mundo; promoviendo distintos instrumentos eficaces, para el desarrollo cultural, económico, político, sostenible, el diálogo intercultural y la educación para la paz, frente a los derechos humanos de la población afrodescendiente, en todos los rincones del mundo.
Pero, ¿por qué celebrar un día sobre la Cultura Africana?, ¿por qué darle importancia en México?
Durante más de 30 años, realmente he perdido la cuenta de cuántas veces he sentido herido el orgullo propio, el de mi padre, madre, hermanas y de mi hijo, el desdén que vivió mi comunidad, en la que crecí, e inclusive me pongo a pensar en cómo se habrán sentido mis amistades que viven en los distintos pueblos afromexicanos cada vez que nos quisieron acallar el reclamo, cada vez que quisieron anular los argumentos, cada vez que nos negaron el tener arte, cada vez que nos etiquetaron en sus imaginarios racistas, bajo el prejuicio de lo que se cree, que es el continente africano, cada vez, que las personas afirmaban que “África no tenía cultura”.
Desde que tengo memoria, existen todo tipo de ideas falsas sobre el continente y cuando escucho frases como “África es y siempre será pobre” , “se mueren de hambre o de sida” , “viven en casas de barro en medio de la nada”, “es solamente sabana y selva”, “no tienen acceso a la tecnología, cultura y educación”, “no producen arte”; o con aseveraciones tales como “en el país africano” anulando por completo su composición real como continente, o como “El africano es un idioma”, bajo el supuesto que las personas de los distintos países africanos, no hablamos inglés, francés, español y portugués, entre otros idiomas, lenguas y variantes lingüísticas.
A lo largo de mi vida escuche distintas personas docentes, maestras y personal catedrático en la universidad, e incluso personas funcionarias públicas de distinto nivel jerárquico, emitir estas frases, que reducen la cultura africana y los aportes de las personas afrodescendientes a lo largo de la historia mexicana. Una parte de mí se ha sentido avergonzada y desilusionada, de las personas que expresan este tipo de disertaciones, porque duele que las personas no conozcan la historia de México; y que cuando tu expones la realidad de las afrodescendencias en México, te etiquetan de frágil o de formar parte de una ‘generación de cristal’, por no aceptar que se sigan promoviendo este tipo de frases o ideas racistas; o porque suponen que “hablas y escribes desde el resentimiento”. Pero las personas deben de saber que no es la inconformidad lo que nos mueve.
Una de las respuestas a por qué es importante celebrar un día a nivel internacional para hablar, enaltecer y dignificar las distintas Culturas Africanas, es por tratarse de una valiosa fuente de patrimonio común de la humanidad, la promoción de la cultura africana y de los afrodescendientes, es crucial para el desarrollo de México, del continente americano y para la humanidad en su conjunto; porque sus aportes han sido incalculable a lo largo de la historia y también ayudan en el desarrollo global de cada país.
Sus contribuciones están presentes en la historia, la ciencia, la cultura, la literatura, la danza, la gastronomía, pintura, entre otras ramas en distintos sectores; han sido fundamentales, para el avance de la sociedad mexicana.
Es muy importante, reconocer la presencia de la cultura africana en nuestro país y promover el derecho al acceso, con disfrute de bienes y servicios que presta el Estado mexicano, en la materia; así como el ejercicio de nuestros derechos culturales con libre determinación y autonomía, como parte de los pueblos originarios.
Por ello, la política cultural del Estado mexicano, debe generar acciones para promover la cooperación solidaria de todos aquellos que participen en las actividades culturales incluidos, el conocimiento, desarrollo y difusión de la cultura afromexicana, mediante el establecimiento de acciones que permitan vincular al sector cultural, con el educativo, turístico, de bienestar social, del medio ambiente, económico, entre otros; es decir que, le corresponde a las instituciones federales, estatales y municipales, establecer políticas públicas, crear los medios necesarios, usando y manteniendo infraestructura física y aplicar recursos financieros, materiales y humanos, para hacer efectivo el ejercicio de los derechos culturales de las personas afromexicanas, negras y afrodescendientes.
Respetar la libertad creativa y a las manifestaciones culturales africanas en nuestro país, que cuando se generen espacios se produzcan en igualdad de condiciones y sin discriminación, frente a otras culturas originarias; buscar siempre el reconocimiento de la diversidad cultural del país. Tomar en consideración la identidad y dignidad de las personas que hacen cultura, respetar la igualdad de género, porque también existimos mujeres que hacemos arte y vivimos bajo las sombras.
Así que es crucial entender que nuestro país tiene la responsabilidad de impulsar acciones culturales permanentes e informar cuales son nuestros derechos culturales.
@diedhioubello
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
Más de 100 opiniones a través de 80 columnistas te esperan por menos de un libro al mes. Suscríbete y sé parte de Opinión 51.
Comments ()