Por Heidi Osuna
Con solicitud de orden de arresto por parte del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Galant, por posibles crímenes de guerra en el conflicto en Gaza, Netanyahu asistió por cuarta vez al Congreso de Estados Unidos con el objetivo de defender el castigo colectivo que está infringiendo contra la población civil de Palestina.
Cerca de la mitad de los congresistas demócratas no asistieron en protesta por su presencia, y aquellos que sí lo hicieron mostraron su rechazo. Entre las ausencias destacadas estuvieron Nancy Pelosi, Alexandria Ocasio-Cortez, el republicano Thomas Massie, Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Brian Schatz. El senador Sanders explicó que su ausencia se debió a que considera la visita de Netanyahu como parte de la campaña militar actual de Israel, además de calificarlo como un “mentiroso y criminal de guerra”.
El discurso, que duró casi una hora, estuvo marcado por una mentira tras otra. La imagen de legisladores republicanos aplaudiendo y demócratas guardando silencio refleja la enorme distancia ideológica entre ellos.