Respira
Por Ana Lilia López, licenciada en psicología con especialización adolescencia.
En la oscuridad de las relaciones adolescentes, a menudo se esconde un fenómeno devastador: la violencia en el noviazgo. Este es un tema que requiere atención inmediata y acciones concretas, especialmente en las escuelas, donde los adolescentes pasan una gran parte de su tiempo. En México, como en muchas partes del mundo, la violencia en el noviazgo es una realidad preocupante. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), el 76% de las mujeres de entre 15 y 24 años han sufrido al menos un incidente de violencia en su relación de pareja. Estas cifras alarmantes nos obligan a repensar la forma en que abordamos la prevención y la detección temprana de esta problemática, especialmente en edades comprendidas entre los 13 y los 16 años.
Es fundamental entender que la violencia en el noviazgo no se limita a lo físico. La manipulación emocional, el control excesivo, el acoso cibernético y la violencia verbal son formas igualmente destructivas de abuso que pueden dejar cicatrices invisibles en el alma de los adolescentes. Por lo tanto, es esencial educar a los jóvenes sobre los diferentes tipos de violencia en el noviazgo y proporcionarles las herramientas necesarias para identificar y enfrentar estas situaciones.
En esta lucha contra la violencia en el noviazgo, las escuelas desempeñan un papel fundamental. Son espacios donde los adolescentes pasan una cantidad significativa de tiempo y donde se pueden implementar programas educativos efectivos. Sin embargo, hasta ahora, las alertas de violencia en el noviazgo en las escuelas han sido insuficientes y poco efectivas. Es hora de replantear nuestra estrategia y encontrar nuevas formas de abordar este problema.
